Hombre fingió su secuestro en San Antonio: Lo habría hecho para recibir dinero del rescate
El Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de San Antonio absolvió a un hombre acusado de secuestro, luego de que no se pudiera acreditar la existencia de ese ilícito.
Este caso policial, que tardó más de un año en esclarecerse, inició en febrero de 2023, cuando una mujer llegó hasta la primera comisaría de la ciudad para contar que su hermano había sido secuestrado y que estaban solicitando $1,6 millones para su liberación.
La hermana de la supuesta víctima le mostró a la policía los diversos mensajes que, supuestamente, le había mandado su hermano para acusar el secuestro. Frente a esto se generó un despliegue policial, tras el cual carabineros llegó hasta la vivienda donde el hombre estaba encerrado.
Allí detuvieron al dueño de la casa donde se encontraba la supuesta víctima, en calidad de imputado. Tras su formalización, estuvo siete meses con arresto domiciliario total, mientras que durante otros siete meses tuvo arresto domiciliario nocturno.
La falsa acusación
El Ministerio Público acusaba al imputado de haber increpado a la víctima para luego amenazarlo, detenerlo y, posteriormente, solicitarle la suma de dinero. Sin embargo, dichos hechos fueron desestimados por el Tribunal, ya que no se pudo determinar que efectivamente hayan ocurrido.
De acuerdo a la acusación, "la víctima se encontraba trabajando en su taller mecánico de San Antonio" cuando "fue increpado por el imputado, junto a otro sujeto no identificado, quienes lo empujan y amenazan". Allí, según se indicó, lo obligaron "a subir a un vehículo (…) para trasladarlo hasta el sector de Bellavista" de la ciudad.
Luego, en la acusación fiscal, se indicó que "una vez en ese lugar, lo obligan a subir a otro vehículo (...) con las siguientes expresiones: 'bájate ctm y cámbiate de auto', para trasladarlo hasta el domicilio de Bellavista donde mediante amenazas lo detuvieron, sin derecho, requiriendo la suma de $1.600.000 a la hermana de la víctima, señalándole que 'si no le pasaban la plata no te vamos a entregar y te vamos a sacar la chucha'".
Dicha acusación fue desestimada por el Tribunal Oral en lo Penal y en el veredicto, los jueces determinaron que tras analizar todas las pruebas del caso "no se ha podido dar por establecido, más allá de toda duda razonable, el hecho punible (delito)", informó El Líder.
Fingió secuestro para recibir dinero del rescate
La defensa privada, representada por el abogado Christian Schurter, señaló que el secuestro fue inventado por la víctima para conseguir el dinero del rescate y así poder devolverle al acusado del secuestro la suma que le debía.
"Logramos acreditar que la supuesta víctima (...) que es mecánico, en realidad concurrió por su propia voluntad a la casa (de su representado) con el objeto de solucionar la reparación mal efectuada de un vehículo, ya que se había comprometido a devolver el dinero que cobró", indicó.
"Una vez en la vivienda, le envió a su hermana mensajes por WhatsApp para que esta le diera el dinero que debía (al acusado) mediante mensajes confusos, hermana que llamó a Carabineros, desatando un procedimiento policial por secuestro que se fundó solo en los dichos de la hermana, lo que resultaron falsos", añadió Schurter.
En la resolución del tribunal se argumentó que el "único sustento" del supuesto secuestro era la "versión del propio afectado", cuyo relato era "anómalo en diversos aspectos".
Otro punto que sostuvieron en el veredicto fue que el monto solicitado por el rescate no fue pedido por los supuestos secuestradores, sino que fue la víctima quien se lo solicitó a su hermana.
"Los supuestos requerimientos derivados de la retención y traslados, en resumidas cuentas, nunca fueron comunicados por los supuestos perpetradores, sino por el propio afectado, quien por lo demás, en la comunicación digital que mantuvo con su hermana, nunca expuso haber sido realmente secuestrado", acotaron.
Asimismo, los carabineros que fueron al domicilio donde estaba la víctima también indicaron que cuando llegaron, el supuesto secuestrado no tenía restricciones para la libertad de su movimiento e incluso estaba con su celular en la mano.
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