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Pacto de lealtad, una oda y manipulaciones: así actuaba el supuesto instructor que abusó de 9 menores de edad

  • Por Ana María Lizana

El instructor militar acusado de cometer abusos y violaciones contra nueve menores de edad fue condenado a cadena perpetua por estos delitos, en la Región de Los Lagos. El agresor captaba jóvenes, los inscribía a un supuesto curso de formación de FF.AA. y una vez los tenía, los manipulaba para abusar de ellos.

Todos estos delitos quedaron al descubierto por jóvenes que fueron parte de estos cursos y que se atrevieron a hablar. Sin embargo, antes de que pudiesen contar algo, tuvieron que romper con la burbuja que Victor Gutiérrez Basualto había creado para protegerse y quedar impune.

¿Cómo los reclutaba?

A través de videos promocionales, el sujeto de 59 años, promocionaba cursos en colegios de Puerto Montt. Una escuela de montaña y de formación militar, prometía a jóvenes un futuro ingreso a las Fuerzas Armadas.

Este hombres se presentaba en los establecimientos como un teniente coronel del Ejército en retiro, captando a jóvenes que les interesaba la carrera militar a través de charlas motivacionales.

En estos encuentros, Gutiérrez contaba que en su escuela se realizaban incursiones por distintas localidades, tales como Osorno, Río Bueno y Coñaripe. Por ello, los alumnos entusiasmados, aceptaban la propuesta con el permiso de sus colegios y de sus padres.

Una víctima conversó en exclusiva con Meganoticias y relató que era un hombre "amoroso, juguetón, hacía chistes. De esa manera se ganó la confianza de todos. Él sabía llegar muy bien a los jóvenes. Tenía muy buena relación, no solamente con uno, sino con todos. No nos dio como señales para que uno pudiera como sospechar algo de él".

Manipulación y pacto de lealtad

Sin embargo, aquella personalidad carismática y encantadora, prontamente acababa. La víctima cuenta que el sujeto tenía este "proceso de conquista" y que, luego, tenía cambios de personalidad, comportándose agresivo y hostil con sus alumnos.

Fue tal el resultado de estos cambios y manipulación que cuando se supieron las denuncias de abuso sexual, muchos de estos jóvenes fueron hasta el tribunal para manifestar su apoyo a su instructor.

Esto se debía a que había un "pacto" de lealtad y de silencio entre el instructor y los alumnos. De acuerdo al Fiscal Marcelo Maldonado, quien lideró la investigación, señala que había "códigos" dentro de la escuela.

"Había ciertos conceptos, códigos que se manejaban. De esa forma, cuando el imputado se enteraba de que habían hecho denuncias en su contra, se coordinaba para llegar hacia donde estaban las víctimas, conversar con ellas, convencerlas de que incluso cambiaran su versión y eso se dio en más de una oportunidad", indica la autoridad.

"Todos se fueron en mi contra"

Es por ello que cuando uno de estos alumnos rompía el silencio y decidía denunciar, todos los demás compañeros se iban en contra del denunciante

"Para todos en ese momento él era como un dios. Nadie jamás, por ejemplo, comentaba algo malo o lo criticaba porque era tanta la lealtad de todos hacia él que en el momento que alguien dijera algo, todos se iban en contra de esa persona", relata la víctima.

Asimismo, cuando se atrevió a denunciar, cuenta que: "Cuando yo decidí hablar, todos se fueron en mi contra, entonces por eso a mí no me sorprendió ver cuando los chiquillos se formaron afuera de la audiencia y todo porque él para eso nos preparaba. La lealtad siempre era lo primero".

Perfil del agresor

Más allá de sus manipulaciones, también existía la creación de una imagen frente a los alumnos. Estos lo consideraban casi un Dios y como muestra de ello, tenía una oda en su honor.

"La oda al instructor lo posicionaba y señalaba de que él era un enviado de Dios sobre la tierra. Claramente, generaba un cierto hermetismo, un cierto secretismo con características muy similares a los de una suerte de secta", detalla el fiscal Maldonado.

Según expertos, Gutiérrez mostraba rasgos psicopáticos que no eran de violencia, sino que desde el encanto. "No todos los agresores sexuales son depredadores, sádicos que van a andar agrediendo. Hay un grupo que utiliza la seducción, el encanto superficial, la manipulación", declara el criminólogo Mauricio Valdivia.

"Tiene una tremenda frialdad afectiva, no se vincula con el otro de una manera empática, no son capaces de ponerse en el lugar del otro, frío, calculador, muy mentirosos", complementa la psicóloga Andrea Castro.

Cadena perpetua

El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Puerto Montt condenó a un hombre que se hizo pasar por un oficial del Ejército y abusó y violó a menores, que participaban de una escuela de tipo militar.

Víctor Antonio Gutiérrez Basualto fue sentenciado en calidad de autor de los delitos consumados y reiterados de abuso sexual, estupro y violación de menores.

De acuerdo al tribunal, en los establecimientos educacionales, en su domicilio en la comuna de Osorno y en campamentos realizados en Río Bueno, Panguipulli y Puerto Montt, el hombre "prevaliéndose de su calidad de instructor y abusando de la relación de dependencia" de las víctimas que estaban a su cuidado, realizó de manera reiterada actos de significación sexual y de relevancia.

Estos hechos afectaron a nueve adolescentes, tres de las cuales violó y resultaron embarazadas.

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