¿Utilizas pastas dentales blanqueadoras? Cuidado, podrían estar dañando tus dientes

En la búsqueda constante de una sonrisa radiante, muchas personas recurren a pastas dentales blanqueadoras en un intento por lograr dientes más blancos. Sin embargo, especialistas y algunas investigaciones podrían poner en duda la efectividad y seguridad de estas pastas.

De acuerdo con el Dr. Patricio Vildosola, académico de la Facultad de Odontología UNAB, las pastas blanqueadoras han sido demostradas científicamente como potenciales agentes perjudiciales para el esmalte dental.

La evidencia respalda la idea de que no solo afectarían el esmalte, sino que también dañarían otros tejidos, como la dentina e incluso las encías.

“Los efectos del uso frecuente de estas pastas pueden variar en el tiempo, en el corto o largo plazo, dependiendo de diversos factores que aceleran el proceso. Estos incluyen el tipo de tejido dental expuesto, la frecuencia del cepillado, la dureza del cepillo (medio-duro), la técnica e intensidad del cepillado e incluso la influencia de una dieta ácida o con cierta dureza y ciertos aspectos de la salud en general que pueden afectar la cavidad oral”, explica.

Según el académico UNAB el debilitamiento o desgaste de las superficies dentales no solo supone un problema estético, sino que puede generar diversas repercusiones en nuestra calidad de vida, “desde la sensibilidad, especialmente a alimentos fríos, hasta la posibilidad de ocasionar desgastes severos en los dientes. Estos problemas pueden comprometer tanto la estética como la función de nuestras piezas dentales, afectando significativamente la salud bucal y bienestar general”.

¿Cómo elegir la pasta dental correcta?

Vildosola explica que el blanqueamiento dental se puede lograr mediante dos mecanismos distintos. Uno de ellos es la abrasión, que implica la eliminación de pigmentos de la capa externa del diente y/o la placa acumulada en la superficie. El segundo consiste en eliminar pigmentos más internos del diente con ingredientes activos como los peróxidos, que se usan en consultorios dentales o en tratamientos indicados por profesionales para su uso en casa.

En términos generales- explica- la mayoría de las pastas dentales contienen un componente abrasivo, cuyo grado de abrasión puede depender del tamaño de las partículas y de los ingredientes utilizados.

“Algunos productos, como los que contienen carbón, pueden ser más abrasivos. Existe una clasificación denominada RDA que evalúa el grado de desgaste de estos productos, pero lamentablemente no hay una normativa que requiera que los fabricantes lo detallen en sus etiquetas. Por lo tanto, siempre se recomienda a los usuarios consultarlo con su odontólogo/a para determinar qué productos podrían ser más apropiados para su uso”, recomienda.

Remoción y prevención de manchas

El académico UNAB insiste en que el mejor y primer paso es consultar con su profesional de confianza si desea mejorar el color de sus dientes. “Este especialista evaluará la mejor alternativa de blanqueamiento dental. Las opciones varían en términos de tiempo, recursos económicos y predictibilidad del tratamiento”, añade.

Entre las alternativas más eficientes, estables y duraderas en el tiempo se encuentran procedimientos realizados en la consulta, como la 'limpieza' o 'retiro de sarro', así como el blanqueamiento dental realizado en la clínica o en casa mediante dispositivos supervisados por profesionales.

En el caso de las pastas blanqueadoras (whitening), también existen alternativas basadas en peróxidos, aunque su eficacia ha demostrado ser menos estable y duradera en comparación con procedimientos profesionales.

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Por último, el profesional advierte que la autoindicación de una pasta blanqueadora sin supervisión profesional puede acelerar o agravar la situación, por lo que la orientación y el tratamiento personalizado ofrecidos por un odontólogo/a son cruciales para mantener la salud bucal en óptimas condiciones.

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