¿Es mejor la sandía? Los 2 mitos sobre los melones que probablemente creías y no son ciertos
Quedan solo unos días para que oficialmente comience el verano, y con esto también lleguen más frutas de la estación a los diferentes puntos de venta.
Uno de los favoritos de la temporada son los melones. Una fruta que se caracteriza por ser muy dulce, deliciosa y refrescante ante las altas temperaturas.
Si bien, se trata de un alimento con amplios beneficios, existen algunos mitos o ideas erradas de sus características, o sobre cómo debería ser su consumo, las que te invitamos a revisar a continuación.
Tiene mucho carbohidrato, así que jamás deberías comerlo en la noche
Ciertos profesionales recomiendan evitar los alimentos con un exceso de hidratos de carbono durante la noche. Este nutriente es el principal combustible que alimenta las estructuras del organismo, una vez que es descompuesto en forma de glucosa. Cuando se consumen más carbohidratos de los que se requieren, se almacenan en forma de grasa.
Pero la verdad es que varios expertos de la nutrición no encuentran el problema en comer este nutriente durante la noche y, además, los melones no son tan altos en carbohidratos como piensas.
"El melón no es especialmente rico en carbohidratos, sino que su contenido es similar al de otras frutas, así que puede comerse sin problemas por la noche, como ocurre con cualquier fruta", detalló en La Vanguardia el nutricionista Álvaro Sánchez.
La verdad es que el problema de comer melón en la noche vendría de otra característica de la fruta. Estos productos contienen mucha agua, lo que es una excelente noticia para mantenerte bien hidratado durante el día, pero que durante la noche se podría traducir en que te despiertes con ganas de ir al baño en la mitad de tu sueño.
La sandía es mucho mejor que el melón
Si bien, la sandía tiene sus propios beneficios, no es necesariamente mejor que el melón.
Ambas frutas son ampliamente recomendables, contienen vitaminas, minerales y antioxidantes fundamentales, pero existen algunos factores en los que el melón es superior, especialmente para las personas con diabetes.
"Si el melón tiene un índice glucémico medio, de 60, el de la sandía es de 70, que ya se considera alto", comentó Sánchez al medio español.
Este indicador mide la velocidad con la que el cuerpo responde con la producción de insulina después de que se coma un alimento. Aquellos productos con índices más altos, elevan mucho más y a mayor velocidad la concentración de azúcar en la sangre después de comerlo.
Otra gran ventaja de los melones, específicamente de los calameños, es que contienen betacarotenos, un nutriente que mejora la capacidad cognitiva y la salud ocular.
De hecho, un estudio realizado en 2014 demostró que los adultos que más consumen folatos, como los que tiene el melón, tenían menos probabilidades de tener glaucoma exfoliativo.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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