Nutricionistas denunciaron ser víctimas de acoso sexual por WhatsApp e Instagram: Código Penal no lo considera delito
Profesionales del Colegio de Nutricionistas de Chile (Colnut) denunciaron que al menos 50 mujeres han sido víctimas de acoso sexual por redes sociales por un mismo sujeto.
En consecuencia de esto, el gremio colocó una denuncia en el Juzgado de Garantía de San Bernardo por estos hechos, que sería la comuna donde vive el acosador.
Hay un patrón
De acuerdo al abogado del Colnut, Diego Gallegos, señala en conversación con LUN, que existió un patrón que logró dar con este sujeto. “Contacta a las nutricionistas y les ofrece y solicita, después de alguna conversación, el envío de fotos íntimas”.
“Aún frente a la negativa, les envía este material, además de hacer ofertas de contenido sexual”, agrega, quien las contactó simulando ser un paciente, con el mismo nombre y rut.
Número público
Considerando que trabajan en modalidad online, requieren tener el número de teléfono público para agendar horas y las atenciones correspondientes.
Carla, una de las víctimas, de 25 años, señala que en marzo de este año recibió un video de un tal Ricardo, el cual posteriormente fue borrado. No obstante, a los dos minutos le envió una foto de alto contenido sexual.
Ante ello, afirmó que “lo bloqueé. No pude hablarle más”. Asimismo, la pesadilla no acabaría ahí: dos semanas después la contactaría por Instagram.
“Sé que es él porque les ha hablado a otras colegas”, asegura. “Hasta antes de que ocurriera este acoso, agendaba las horas vía WhatsApp porque era más cómodo y sencillo”, lo que ha tenido que cambiar por una agenda electrónica, generando un gasto extra mensual.
En tanto, lamenta “el sentimiento de inseguridad y angustia al saber que sigue impune y continúa haciéndolo con otras colegas diariamente”.
No hay castigo
Para desgracia de las denunciantes, en el Código Penal no se contempla este tipo de acoso coo un delito cuando es realizado por redes sociales, a menos que sea contra menores.
El abogado señala esta práctica como “Cyberflashing”, que es el envío de fotos o videos de contenido sexual sin que la otra persona lo haya solicitado. Es decir, sin consentimiento.
“Es un patrón que pone en peligro a quienes atienden tanto por vía telemática como presencial”, afirma Gallegos.
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