Trabajaba en empresa de colchones y cortinas y armó emprendimiento del mismo rubro: La despidieron sin indemnización

Uno de los motivos por los cuales las personas deciden emprender es para ser sus propios jefes y, también, tener sus propios negocios. Una mujer de nacionalidad argentina, identificada con las iniciales G.V.P., decidió abrir su propio local, pero hubo un problema: estaba contratada por una empresa y su emprendimiento era de la misma área. 

Por lo anterior, la Justicia Laboral de Argentina acreditó elementos suficientes para que la mujer, al momento de ser desvinculada por su empleador, que era una empresa que comercializaba colchones, cortinas y otros elementos textiles, no recibiera la indemnización correspondiente. 

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Mujer abrió su emprendimiento mientras aún estaba bajo contrato 

Una de las particularidades del emprendimiento de G.V.P. es que ofrecía el mismo catálogo de la compañía en la que trabajaba e, incluso, adoptó formatos y estrategias comerciales similares, según consignó Infobae. 

Adicionalmente, también se reportó que, debido al tiempo en que la mujer estuvo trabajando en la empresa textil, esta habría accedido a conocimiento privilegiado sobre políticas comerciales, listas de precios y formas de atención al público. 

Por todos los elementos mencionados, la marca en la que trabajaba G.V.P. consideró que la extrabajadora tuvo una conductora contraria a los deberes de fidelidad y de "no concurrencia", acorde a la normativa laboral de Argentina. 

Si bien la mujer señaló que su emprendimiento empezó a funcionar una vez que fue desvinculada, las pruebas judiciales establecieron que este comenzó a operar mientras aún tenía su contrato vigente. De acuerdo a los datos entregados, el despido de G.V.P. ocurrió el 30 de diciembre de 2015, mientras que la inscripción del emprendimiento fue el 4 de enero de 2016. Sin embargo, se acreditó que la mujer había comenzado las operaciones de su negocio antes de la inscripción legal. 

La justicia de Argentina falló a favor de la empresa de textiles, encontrando justo el despido de G.V.P. y sin derecho a indemnización, argumentando que la mujer no cumplió los deberes de confidencialidad y lealtad mientras se encontraba bajo contrato laboral. 

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