Recordada actriz de serie 'Beverly Hills, 90210' revela que su cáncer se extendió a sus huesos: "No quiero morir"
Los últimos años no han sido fáciles para la actriz Shannen Doherty: en 2015 le diagnosticaron cáncer de mama y en 2017 anunció que la enfermedad entró en remisión.
Sin embargo, ese alivio duró apenas dos años, porque en 2019 el cáncer regresó a su organismo y en 2020 comunicó a sus seguidores que estaba en etapa 4. Y ahora, comunicó que la afección se extendió a sus huesos.
Un proceso duro que la protagonista de la serie de televisión "Beverly Hills, 90210", sin embargo, está enfrentando con esperanza y amor.
"No quiero morir"
Con 52 años de edad, Shannen continúa con su tratamiento después de haberse sometido a una mastectomía y a una extensa quimioterapia. En medio de ello, la artista contó cuáles son los principales motivos que la ayudan a seguir adelante.
"No he terminado con la vida. No he terminado con amar, con la creación. Todavía no he terminado con la esperanza de cambiar las cosas para mejor", sostuvo la mujer, que también participó en la serie "Charmed".
Hubo un tiempo en el que atravesó distintas reflexiones: "¿Por qué yo? ¿Por qué tuve cáncer? Y luego, ¿por qué volvió mi cáncer? ¿Por qué estoy en la etapa 4? Eso te lleva a buscar un propósito más grande en la vida". Por esta misma razón es que expreso que "no quiero morir".
"Es una locura que todavía no tengamos una cura"
En conversación con la revista People, la recordada "Brenda Walsh" en "Beverly Hills, 90210" comentó que desea generar conciencia en la sociedad sobre el cáncer y reunir fondos para financiar investigaciones de la enfermedad.
"Para mí es una locura que todavía no tengamos una cura", señaló la artista, quien está dispuesta a participar en ensayos clínicos a medida que se desarrollen nuevos tratamientos contra el cáncer.
La mujer recordó el 28 de abril de 2017, día en que comunicó a través de Instagram que la afección se extendió a su cerebro, apenas cinco meses después de someterse a una extirpación de un tumor cerebral.
"Tuvieron que sacarlo y disecarlo para ver su patología. Definitivamente fue una de las cosas más aterradoras por las que he pasado en toda mi vida", manifestó en la entrevista.
Shannen es consciente de que la muerte pronto podría tocar su puerta, pero por eso está viviendo de una manera especial: "Mi mayor recuerdo aún está por llegar. Rezo, me despierto y me acuesto agradeciendo a Dios, orando por las cosas que me importan sin pedir demasiado. Mi fe es mi mantra".
Con su diagnóstico aprendió a "estar más consciente de todo y te sientes muy bendecido. Somos las personas que más queremos trabajar, porque estamos muy agradecidos por cada segundo, cada hora, cada día que podemos estar aquí", concluyó.
