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Mauricio Morales y decisión del Partido Socialista que competirá en pacto con Apruebo Dignidad: "¿Valientes o suicidas?"

¿Qué pasó?

El académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, analizó en detalle la decisión del Partido Socialista de competir en el pacto con Apruebo Dignidad. "¿Valientes o suicidas?", se preguntó el experto.

El análisis de Morales

Ya es definitivo. El Partido Socialista competirá en pacto con Apruebo Dignidad, revitalizando una alianza de izquierda junto al PC, que hace rememorar tanto al Frente de Acción Popular (FRAP) de 1956, como a la Unidad Popular (UP) de 1969, ambas experiencias rotundamente fracasadas.

Luego de separar aguas con la DC, rompiendo el eje histórico que le dio gobernabilidad y éxito económico a Chile, ahora quiebra con el PPD. Alguien podría pensar que este camino es sin retorno, pero todavía queda paño por cortar. Basta recordar que en 2024 y 2025 se vienen nuevos desafíos electorales y, como bien lo sabe el propio PS, las alianzas son variables y dinámicas.

 

El Partido Socialista estrenará esta nueva alianza electoral en comicios que aún no generan entusiasmo, pues según la última Cadem, solo el 35% ha seguido con “mucho” o “bastante” interés el nuevo proceso constitucional. Adicionalmente, solo el 34% cree que el nuevo Consejo Constitucional entregará un texto capaz de ser votado favorablemente en el plebiscito de salida.

En el caso del PPD la situación es muy distinta. Con menos del 4% de los votos, arma pacto con la DC y el PR, sumando ese pacto cerca del 10% si se toma como base la última elección de diputados. Visto así, ¿estamos frente a un acto de valentía política o, simplemente, ante un suicidio electoral?... Si nos vamos a las cifras, la lista PPD-DC-PR no estaría en condiciones de competir seriamente, salvo en algunas regiones. Sin embargo, hay dos cuestiones a considerar que conducen a una interpretación distinta. Primero, los comicios del 7 de mayo serán con voto obligatorio. Sabemos que con voto voluntario suelen sufragar los electores más intensos ideológicamente. En cambio, con voto obligatorio lo hacen en la misma proporción tanto los centristas como los moderados. En consecuencia, si esa lista ofrece una nómina atractiva de candidatos, puede reconquistar a votantes nuevos a o votantes que, en su minuto, se desencantaron de los partidos tradicionales de la centroizquierda.

La segunda cuestión es que la lista de Apruebo Dignidad y el PS cargará con todos los costos de un gobierno que todavía no da pie con bola. Si bien la situación económica del país no se anticipa como catastrófica, los constantes errores del Presidente y de sus ministros, sumado a una crisis de seguridad pública, pueden transformar estas elecciones en un nuevo plebiscito para la administración Boric. Por eso es tan importante que el gobierno tome distancia del proceso, y que aprenda la lección del 4 de septiembre, en que tanto el Mandatario como parte de su gabinete prácticamente estuvieron en campaña por la opción “apruebo”.

La pregunta clave es cómo se crece electoralmente desde el centro. No se trata simplemente de definirse como un partido centrista o moderado, sino que principalmente marcar diferencias con los extremos. ¿Cómo lo hará el PPD siendo parte de un gobierno de izquierda- que marca un 27% de aprobación según la última Cadem- pero compitiendo en una lista de centro? No es una tarea fácil, pero pasa principalmente por lo siguiente: La lista “de centro” (PPD-DC-PR) debe presentar una plantilla de candidatos lo suficientemente intensa desde un punto de vista electoral.

Ser de centro no es ser “ni chicha ni limonada”, sino que combinar dos cuestiones elementales: Consensos y cambios graduales. Esa es la clave. ¿Quiénes representan eso hoy en Chile? Claramente las generaciones más longevas de políticos. El expresidente Lagos es ejemplo de aquello.

¿Se podrá recurrir a él para encabezar esa lista? Sí. ¿Cómo candidato? Tal vez. Lo relevante es que esa lista recoja la historia reciente del país, y que lo haga sin miedo ni vergüenza, y sin complejo alguno. Ya no se trata de resucitar de los famosos 30 años. Lo que importa es cómo serán los próximos 30 ó 40 años, aunque siempre es aconsejable mirar un poco de historia. Los 20 años de la Concertación fueron los mejores 20 años en la historia de Chile. No lo digo yo. Lo dicen las cifras.

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