Caso Schüler y robo de la espada de Manuel Bulnes: Los millonarios atracos a obras de arte que han quedado impunes
- Por Ana María Lizana
¿Qué pasó?
El patrimonio de Chile ha sido víctima de una serie de robos por presuntos coleccionistas, donde obras de arte y antigüedades, nunca más han vuelto a aparecer. En el que va del año, solo en el Cementerio General ya van 5 denuncias por robo y serían "millonarios" los que estarían detrás de estas colecciones ilegales.
El "coleccionismo" tiene a nuestro país como uno de los principales destinos que millonarios prefieren para adquirir especies de robadas. Y es que con una ley obsoleta, bajas penas y escasas medidas cautelares, el robo de arte ha tomado fuerza en territorio nacional.
"Demostrar poder"
Fue a principios de junio de este año que el Museo Santa Rita, ubicado en la viña de mismo nombre, en la comuna de Buin, región Metropolitana, es que se registró el robo de importantes piezas de oro del arte precolombino.
Una cuantiosa colección acabó en manos de delincuentes que sabían perfectamente su ubicación, el lugar y cómo acceder a estas. Según los trabajadores, apenas les tomó un minuto romper la vitrina y adquirir las piezas de apariencia de oro sólido.
Desde la Policía de Investigaciones (PDI) aseguran que este tipo de robos se hacen para la demostración de poder entre sus pares. Entre más rara la especie, más es el "sentimiento de exclusividad".
El subprefecto Luis Mardones da a conocer los perfiles de los asaltantes y de quienes adquieren estas obras: "Primero está el tipo que va detrás de un bien que sabe que tiene un valor material específico, de un museo, que a primera vista es oro, pero eso era lo llamativo. El tipo que encarga, sabe lo que encarga y lo que arriesga y lo que hará con él. Todo es un tema de demostrar poder, hacer encargo y es el sentimiento de exclusividad".
Similar fue a lo que sucedió en 2016, cuando Héctor Zapata y Juan Tapia Cárdenas, ingresaron hasta el Museo Histórico Nacional de Santiago para sustraer la espada hecha para el presidente Manuel Bulnes.
El botín estaba avaluado en al menos un millón de dólares y desde entones, nunca más se supo de este preciado objeto. Pero, para llevar a cabo el robo, los delincuentes tenían claro que no recibirían más allá de "una firma o una medida cautelar más baja", afirma la teniente del OS9 de Carabineros, Javiera García.
Caso Schüler
Si de robos de obras de arte se habla, es necesario hablar sobre las piezas de colección que fueron halladas en una de las propiedades de Raúl Schüler, en el fundo de La Punta en San Francisco de Mostazal.
El allanamiento sorprendió a todos, incluso a la policía, teniendo en su poder más de 275 millones de pesos en obras de arte, siendo en su mayoría provenientes del Cementerio General de Santiago.
Cuando fue citado a declarar, la justificación de Schüler fue la de "preservar" el patrimonio: "He gastado una brutalidad de dinero comprando todas estas cosas. Tenía un proyecto de vida y una de mis maneras de sentirme realizado era dejar todo esto como herencia, encuentro que en este país destruyen todo, no hay memoria de nada. Yo quería conservar este patrimonio arquitectónico rural para el país".
Sobre cómo hizo los pagos, se negó a dar a conocer el "secreto bancario" y que había "olvidado" a quienes hizo los pagos. Sobre el método, decía que fue por cheque y no en efectivo.
Finalmente, Raúl Schüler fue condenado a 3 años y un día y a 541 días de presidio con beneficio de libertad vigilada intensiva, es decir, cuatro años y medio. Además, debió pagar una multa de 100 UTM por receptación y daño patrimonial de monumento paleontológico, el cual asciende a la cifra de casi 6 mil millones de pesos.
"Están libres"
Tomás Balmaceda, es arquitecto y restaurador del Cementerio General. Según declara, en lo que va del año ya son 5 las denuncias que han interpuesto por robos al camposanto.
El último robo que sufrió el lugar, fue al de la tumba del expresidente de Chile, Carlos Ibáñez del Campo, de donde sustrajeron una placa con la imagen de Medusa.
Sobre este tipo de delincuencia y refiriéndose al caso Schüler, dice que "el delito es receptar bienes culturales, robarlos, habían otros ladrones y no se persiguieron, no se encontraron, siguen estando libres, sin sanción".
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