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¿Cómo puedo saber si tengo bruxismo? Estas son las señales a las que debes estar atento, según los dentistas

El bruxismo es el nombre médico con que se conoce al hábito de hacer rechinar los dientes. Esta es una dañina condición que puede afectar tanto a tus dientes como a los músculos y articulaciones de la mandíbula.

Si bien muchas personas asumen que esta es una especie de trastorno asociado al sueño, algunos pacientes también sufren de bruxismo cuando están despiertos. 

 

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Sin importar si lo haces de día o de noche, los expertos coinciden que las emociones son en gran parte responsables del bruxismo. Las personas que sufren de ansiedad y estrés es más probable que aprieten los dientes y músculos de la mandíbula. 

Pero desde el Servicio de Salud Británico añaden que quienes sufren de trastornos del sueño, como los ronquidos y apnea del sueño, también tienen más probabilidades de padecer bruxismo. Lo mismo ocurre con quienes fuman, consumen alcohol, drogas (como éxtasis y cocaína) y quienes toman medicamentos antidepresivos, que tienen un mayor riesgo.

¿Cómo puedo saber si tengo bruxismo?

Cuando estás despierto y aprietas los dientes es mucho más fácil reconocer el bruxismo. Pero, ¿qué pasa con aquellos que lo hacen mientras están dormidos?

 

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Desde la oficina de dentistas Lee Dentistry explican que algunas de las señales que podrían advertirte que padeces de bruxismo, son:

  • Dolor o tensión en los músculos de la mandíbula.
  • Dientes planos o gastados.
  • Dientes agrietados, astillados o sueltos.
  • Dolor o sensibilidad en los dientes.
  • Dolor intenso y continuo en la zona de la articulación mandibular, a la altura de las orejas.
  • Chasquidos, saltos o rechinar en la articulación temporomandibular. 

Si es que presentas uno o más de estos síntomas, puedes acudir a un dentista para confirmar el diagnóstico. Los especialistas te podrán guiar en el tratamiento adecuado para tu caso, para así aliviar los síntomas.

En algunos casos una placa protectora podría ser suficiente, puede que recomienden ciertos cambios de hábitos o que sugieran tratamientos más invasivos como la aplicación de bótox en los músculos más afectados.

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

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