Esta es la peligrosa razón por la que nunca se debe lavar la carne antes de cocinarla
- Por Nicolás Díaz
Dentro de las costumbres más extendidas al cocinar está la de lavar previamente los alimentos que vamos a utilizar para preparar una comida, y así eliminar su suciedad o microorganismos que puedan contener.
Sin embargo, esta es una práctica que, pese a parecer higiénica, no es buena para todo tipo de alimentos, como lo son productos de origen animal como la carne de vacuno, cerdo, pollo o los huevos.
El hecho de enjuagar o lavar cualquier tipo de carne o ave cruda es un grave error que puede poner en riesgo tu salud y la de tu familia.
¿Por qué no se deben lavar las carnes?
La razón por la que nunca debemos lavar las carnes crudas y por lo que esta práctica está calificada como "un error peligroso para la seguridad de los alimentos", es porque esta acción puede provocar que contraigamos una intoxicación alimentaria.
Según los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), se han identificado más de 250 tipos de estas enfermedades, la que incluso pueden llegar a provocar la muerte.
Los mismos CDC explican que las carnes crudas pueden estar contaminadas con bacterias como Campylobacter, Salmonella y Clostridium perfringens, las que pueden derivar en enfermedades que requieran hospitalización o, como ya se mencionó, puedan ocasionar la muerte en casos severos.
¿Cómo elimino las bacterias de la carne cruda?
Lavar o enjuagar las carnes crudas, lo único que hace es que estas bacterias se esparzan a las superficies del lavaplatos o utensilios de cocina que estén cerca, lo que a su vez provoca que se contaminen nuestras manos u otros alimentos.
Aunque existan reparos, hay que tener confianza de que el calor de la cocción es más que suficiente para eliminar las bacterias que pueda tener una carne cruda, evitando así el lavado de estas, que solo contribuyen a diseminar estos microorganismos.
Por otro lado, si el hábito de lavar estos alimentos está muy arraigado, lo importante es evitar hacerlo con chorros de agua muy fuerte que pueden esparcir aún más estas bacterias, y desinfectar inmediatamente cada una de las superficies que haya podido estar en contacto con estas.
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