"Hay oro a rabiar": La región de Chile en la que se desarrollará ambicioso proyecto para extraer el preciado metal amarillo

Dos empresarios chilenos son firmes opositores al paradigma de que los recursos mineros se concentran en el norte. Específicamente, ambos manifiestan con fuerza que el oro se encuentra en la región del Maule, en unas cantidades inverosímiles.

Los protagonistas son Fernando Gattas y Gustavo Olivares, hoy socios dueños de Minera Paicaví, controladora del complejo minero Chépica, ubicado en la comuna de Pencahue. En 2018, el terreno lo arrendaron a un italiano, quien decidió vendérselos y en diciembre saldarán la última cuota para quedarse con el 100%.

Después de toda una transformación a la propiedad maulina, antes explotada por la canadiense Polar Star Mining, declararon a DF que está valorizada en 299 millones de dólares —más de 281 mil millones de pesos chilenos, según el cambio actual— y que su vida útil tiene para, al menos, otros 50 años más.

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En el Maule "hay oro a rabiar"

Hay un antecedente histórico que sustenta el cambio de paradigma que representan. De acuerdo con Gattas, "el oro en Chile partió en el Maule, pero como antes llovía mucho, los mineros se fueron al norte. Cuando nosotros llegamos, nos dijeron que estábamos locos, que aquí no había, pero es al revés. La mayor cantidad del oro se encuentra hacia el sur, hasta Magallanes".

Minera Paicaví, en la comuna de Pencahue, región del Maule.

El también gerente general de Paicaví agregó al citado medio que "del Maule al sur, pero sobre todo en el Maule, está lleno de recursos que no han sido explotados. Está totalmente inexplorado en cuanto a recursos mineros, hay oro a rabiar".

Preparan ambicioso proyecto para ampliar su producción

Las minas que mayor rentabilidad le reportan a Gattas y Olivares son Colín y Chépica, las que aportaron 250 kilos de oro en 2024. Mensualmente, venden cerca de dos millones de dólares —más de $1,8 mil millones—, lo que podría aumentar dentro de los próximos años.

DF consigna que los empresarios están formulando una Declaración de Impacto Ambiental para aumentar su capacidad de procesamiento de 5.000 a 10.000 toneladas por mes, lo que tendrá que ser visado por el Servicio de Evaluación Ambiental.

Además del oro, la sociedad también se dedica a la explotación de plata y cobre. Y pronto se sumaría el molibdeno, un elemento altamente cotizado en las industrias del acero y la metalurgia, química y del petróleo, energética y electrónica.

"Haremos campañas de sondaje dentro de las 3.500 hectáreas que tenemos en la Cordillera, a la altura de Curicó (también en el Maule). Estamos seguros de que hay un pórfido gigante de cobre y molibdeno por el lado norte de la Laguna Teno", concluyó Gattas.

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