Así se enteró Harry de la muerte de su abuelo: Ni él ni Meghan contestaban el teléfono
Tras 28 días hospitalizado, Felipe de Edimburgo vivió sus últimos días en el palacio de Windsor, al lado de la reina Isabell II. Llegado el momento de su muerte, tocó notificar la fatal noticia a su nieto, el príncipe Harry, el único integrante de la familia real que no se encontraba en Reino Unido.
Y al cumplirse casi 2 meses de la desaparición física que dejó desolada a la monarquía británica, salen a la luz los detalles que rodearon ese momento.
Uno de esos detalles es que, aunque el duque se encontraba delicado de salud, después de una intervención quirúrgica, el esposo de Meghan Markle aún no había decidido su partida a su país natal.
La policía da la noticia al príncipe Harry
Según el portal de TMZ, una llamada fue la vía inmediata que la casa real intentó para notificar a Harry de la muerte de su abuelo. Sin embargo, ni él ni Meghan Markle respondieron el teléfono y la familia real optó por otro método.
Según el portal, fue la Embajada de los Estados Unidos la que solicitó a la Oficina del Sheriff del condado de Santa Bárbara que enviara a un oficial hasta la mansión de Montecito para comunicar al nieto de la reina de la trágica noticia.
De esa manera, un policía terminó a las puertas de la residencia de los duques de Sussex como el enviado encargado de asegurarse que se comunicara con su familia en Reino Unido.
El Daily Mail publicó en un artículo que la muerte de Felipe fue anunciada por el Palacio de Buckingham a través de un comunicado oficial a las 12 del día, por lo que en California eran 8 horas menos, es decir las 4 de la madrugada.
El desafortunado aviso hizo que Harry volara hasta su país para reunirse con su familia y estar presente en los actos fúnebres en el que se le brindó el último adiós al esposo de la reina británica.
Meghan no asistió y se quedó en los Estados Unidos junto a su primogénito, Archie, mientras espera a su segundo hijo, la niña que nacerá este verano.
Las últimas y breves palabras del hijo del príncipe Carlos fueron de reconocimiento para su abuelo: “Un cariñoso recuerdo a Su Alteza Real, el duque de Edimburgo 1921-2021. Gracias por tu servicio... te echaremos de menos”.
Estas palabras, consideradas muy escuetas y frías, fueron seguidas por una carta más personal, en la que sí expresó el sentimiento que lo unía al duque: “Era auténtico, con un ingenio muy agudo y siempre se convertía en el centro de atención, gracias a su encanto y también porque nunca se sabía lo que diría a continuación”, relató Vanitatis al recordar un fragmento de la cálida misiva.
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