Patrimonio cultural en Chile: Conoce cómo la digitalización potencia su conservación

Patrimonio cultural en Chile: Conoce cómo la digitalización potencia su conservación

El patrimonio cultural de un país es invaluable, ya que representa la historia, la identidad y la riqueza cultural de una nación. En el caso de Chile, éste contempla desde la cultura de los pueblos originarios, la arquitectura tradicional y contemporánea y hermosos paisajes naturales, por lo que la conservación se ha convertido en un desafío crucial para las generaciones presentes y futuras, especialmente para quienes se dedican a esta labor.

De acuerdo con el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, el patrimonio cultural es un bien o un conjunto de ellos, que constituye un legado que se traspasa por generaciones y que opera como testimonio de la existencia de los antepasados, sus prácticas y formas de vida.

En palabras de la UNESCO, éste es el legado cultural que recibimos del pasado, que vivimos en el presente y que transmitiremos a las generaciones futuras. Su conservación encierra el potencial de promover el acceso a la diversidad cultural, el disfrute y puede también enriquecer el capital social y conformar un sentido de pertenencia, individual y colectivo que ayuda a mantener la cohesión social y territorial.

Actualización de normas

En función de lo anterior, y debido al desgaste natural que experimentan los espacios, el arquitecto de la Licenciatura en Arte y Conservación del Patrimonio de la Universidad San Sebastián, Carlos Maillet, explicó que uno de los principales desafíos es actualizar el marco regulatorio del patrimonio. Esto quiere decir que la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales, creada en 1925 y luego actualizada en 1970, retome la agenda contemporánea para ampliar categorías patrimoniales (no sólo monumentos) y descentralizar la gestión y sobre todo, que integre mayores conocimientos del patrimonio como la conservación de bienes culturales, la arqueología, la educación patrimonial y otros ámbitos que requieren mayor atención y definición por parte del Estado y sus reglamentos.

"En aspectos de mayor singularidad, necesitamos que la conservación patrimonial tenga un devenir claro en el ámbito profesional, es decir, que las comunidades exijan que sus monumentos (esculturales, obras de arte, fachadas y otros) sean trabajados por especialistas en la materia, con el fin de que el resultado sea óptimo, y además integre a los mismos ciudadanos en sus criterios y participaciones consultivas", comentó el experto. 

Además, Maillet puntualizó que los inventarios, los diagnósticos, la educación y la difusión son las primeras herramientas que se requieren para preservar el patrimonio. "Actualmente, en nuestro país, todas se encuentran en un estado inicial. Deberíamos desarrollarlas con mayor amplitud, un trabajo que deberá ser asociativo entre el mundo público y privado. Quiero decir que la preservación no comienza sólo cuando el restaurador interviene el monumento, también cuando se educa a los niños, al sector privado y se transforma en un ecosistema vigente y vivo dentro de la sociedad", indicó.

El director de la licenciatura de la USS afirmó que es relevante que los expertos dispongan de plataformas que permitan el acceso de la comunidad a dicho proceso, incluso comentó que también es una ventaja que estos tengan que ver con el conocimiento público para representar una mayor importancia para la ciudadanía. "La disciplina patrimonial, en cualquier espacio de desarrollo, no es excluyente, busca la inclusión, y la integración de conocimiento, con el fin de que cualquier proceso, inclusive la digitalización, tenga un alto impacto social y artístico", aseguró.

Digitalización para conservar el patrimonio

Los avances tecnológicos, principalmente aquello que responde a la digitalización, se han presentado como un actor fundamental y un aspecto clave a la hora de preservar el patrimonio del país, pero ¿cómo se ponen en práctica?

"Con la digitalización se pueden consultar distancias geográficas que antes eran una barrera, por ejemplo, la virtualización de los Moais y bienes culturales de Rapa Nui que permiten ser visitados, virtualmente, en todo el mundo, sin ir necesariamente a la Isla y ser educados e investigados remotamente. Eso mismo sucede con los libros y documentos, donde la manipulación física excesiva puede generar daños en los soportes y perderse definitivamente. La digitalización permite actuar y es primordial a la hora de preservar", expresó.

¿Cómo contribuir a la conservación del patrimonio?

Existen nuevas unidades académicas dedicadas a preservar el patrimonio y a educar a los jóvenes en el ámbito del arte y conservación, como, por ejemplo, la Licenciatura en Arte y Conservación del Patrimonio impartida por la Universidad San Sebastián, la cual nace desde un compromiso de la institución con el desarrollo de las humanidades, la sensibilidad con el arte y la visión ética de responsabilidad con el patrimonio, su cuidado y desarrollo.

El programa pretende formar personas con fundamentos teóricos, habilidades prácticas, criteriosas y con una visión de futuro aplicada con herramientas de gestión e innovación, ofreciendo una formación estrechamente vinculada con los horizontes profesionales del área de la conservación, el arte y el patrimonio, promoviendo el discernimiento de especialidad entre estudiantes basado en la experiencia práctica en un escenario formal y de casos reales.