Fin a las tarjetas de coordenadas bancarias: ¿Cuánto queda de plazo y cómo podría afectar a adultos mayores?
¿Qué pasó?
A mediados de este año se anunció que las tradicionales tarjetas de coordenadas dejarían de operar en agosto como parte de las nuevas exigencias de seguridad impulsadas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Sin embargo, la medida duró poco: el propio organismo confirmó su postergación por un año.
La decisión busca dar más tiempo a los emisores de medios de pago, especialmente bancos, para implementar sistemas de autenticación más robustos en transferencias y pagos. El anuncio inicial había generado preocupación por el corto plazo de adaptación, particularmente entre personas mayores, uno de los grupos con mayor brecha digital.
¿Cuándo es el fin de las tarjetas de coordenadas?
Para analizar el impacto de la medida, el director ejecutivo de Conecta Mayor UC, Eduardo Toro, señaló que el anuncio original tomó por sorpresa a la banca. “La Comisión para el Mercado Financiero avisó el término de las tarjetas de coordenadas con poco tiempo, para la banca en general, para prepararse”, afirmó.
Ir a la siguiente notaPese a la nueva fecha, Toro advirtió que no se han observado avances concretos desde que la CMF anunció la postergación. “No hemos visto, desde que esa decisión fue tomada, cambios en ningún actor para prepararnos en esto”, sostuvo, enfatizando que los mayores desafíos recaen en la población mayor.
El Consejo de la CMF determinó que la fecha en que se eliminarán definitivamente será el 1 de agosto de 2026, cuando también entrara en vigencia los casos obligatorios de uso de Autenticación Reforzada de Clientes (ARC). Recordar que el ARC es cuando al usuario le solicitan datos adicionales para realizar una transferencia (ingresar una clave enviada por el banco mediante SMS, por ejemplo).
Brecha digital y riesgo de exclusión
Según Toro, el fin de las tarjetas obligará a miles de adultos mayores a adoptar tecnologías para las que muchos no han sido capacitados. “El 21% de las personas mayores sabe hacer trámites por Internet sin la ayuda de terceros”, explicó, señalando que cerca del 80% requiere apoyo adicional para operaciones digitales.
El director también advirtió que, sin la preparación adecuada, la medida podría profundizar la exclusión digital. “Puede afectar en dejar a las personas fuera de una sociedad que hoy en día funciona a través de la tecnología”, indicó.
Ante la consulta sobre quiénes deben liderar la capacitación digital, Toro afirmó que se trata de una responsabilidad compartida. “La respuesta de nuevo es todos, porque es demasiado grande el desafío”, señaló. Aun así, hizo un llamado directo al sector público: “El primer llamado es al Estado, a las políticas públicas, a generar un plan de capacitación y de reducción de la brecha digital”.
Notas relacionadas