¿Es verdad que los chilenos hablamos mal? Estas son las razones que hacen único nuestro acento, según expertos
El acento chileno debe ser uno de los patrimonios más preciados de nuestra cultura nacional. La forma en que nos comunicamos es única, con palabras que no todos los países poseen y omisiones de letras que igualmente permiten entendernos los unos a los otros.
"Hagamo' un asa'o", "avísame cuando lleguí'", "¿cómo estái?" y más. Todas son frases con evidentes faltas gramaticales, pero que aun así podemos decodificar y contestar en el mismo sentido: "Yapo", "ya estoi en la casa", "to'o bien y vo'" son respuestas que de seguro has expresado, oral y textualmente.

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Lluvia en la Región Metropolitana: Pronostican hasta 15 mm por "baja segregada" este fin de semanaPoseemos un acento que ha sido blanco de burlas o comentarios en redes sociales, especialmente de extranjeros que han tenido la suerte de hablar con una persona chilena. La principal crítica es que hablamos mal y distinto a como lo hace el resto de Latinoamérica, pero los expertos en lingüística tienen razones para creer lo contrario.



La influencia de la Colonia Española en nuestro hablar
Lo primero que hay que tener en claro es que los chilenos no hablan mal ni mejor que los extranjeros de países hispanohablantes, por el simple hecho de que, desde la lingüística, "no hay lengua o acento que sea mejor o peor. Todas las personas hablamos dialectos", explica Enrique Sologuren, doctor en Lingüística.
LO ÚLTIMOPara el experto, la forma en que se expresan los chilenos responde a "profundas" razones históricas, sociales y culturales, agregando que el acento chileno corresponde a una variación diatópica que surge por la ubicación geográfica y el contexto histórico del país.
Por ejemplo, hace más de 200 años que Chile se independizó de España, pero la influencia del dominio colonial, aunque pase desapercibida, queda en evidencia cada vez que hablamos a nuestra particular manera.
"Lima y México fueron virreinatos muy importantes, donde llegaba más flujo de una norma académica (...) Chile era una zona intermedia. Eso hizo que nuestro español fuera desarrollándose con ciertas particularidades", añade el académico.
Argumento similar tiene Ricardo Martínez, también doctor en Lingüística, quien le adjudica un rol clave a la ubicación de Chile en el mapa: "Estamos separados del resto del continente por la Cordillera a un lado, la Patagonia fría por el otro. Al menos en los tiempos en que se formó el español de Chile (siglos XVI y XIX), los flujos eran muy, muy escasos", declara a El Mercurio.
No hablamos mal, pero sí puede ser difícil darnos a entender
Entre chilenos es menos probable, pero en una conversación entre un chileno y otro hispanohablante (argentino, peruano, colombiano, etcétera), seguramente este último quedará "cachúo" (con dudas) sobre lo que escuchó.
Ahí entran en juego variables que Martínez vincula con la pronunciación de las letras: la omisión de la D ("ensalá'") y la S final ("lo' chileno'") y el sonido de la combinación CH ("TChile o "Shile") son las más comunes.
Diga lo que diga el resto sobre el cómo hablamos, el director de la Academia Chilena de la Lengua, Guillermo Soto Vergara, apela a lo emotivo: "Hay cierto orgullo de no venir de reinados, somos un país que se forjó en el rigor. Hay también algo de identitario", concluye.
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