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Exfutbolista de Universidad Católica ahora es reservista naval a sus 58 años: Se inscribió con su esposa en la Armada

Cuando se retiran del fútbol profesional, hay exdeportistas que se insertan en distintos ámbitos para continuar con su vida. Algunos inician sus propios negocios empresariales —como es el caso de Matías Fernández—, mientras que otros se aventuran en una actividad totalmente alejada del balompié.

En esta última categoría está Carlos Soto, el histórico presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup). Si bien después del fútbol se dedicó a las labores sindicales, luego de 22 años en el organismo, en 2017 ejerció su práctica profesional de abogado.

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Pero actualmente, el otrora jugador de Universidad Católica está desempeñándose como reservista naval. Un día asistió a una charla en la Estación Naval Metropolitana de la Armada de Chile y le gustó tanto lo que relató un rescatista, que se matriculó junto a su esposa para servir ante cualquier emergencia.

Reservista naval a sus 58 años

El primer acercamiento entre Soto y las Fuerzas Armadas fue cuando tenía 18 años, ocasión en que lo llamaron a hacer el Servicio Militar obligatorio. Sin embargo, eludió esa posibilidad, porque presentó un certificado de futbolista profesional tras debutar en el primer equipo de la UC en 1983.

 

Carlos Soto (círculo rojo) con el primer equipo de Universidad Católica en 1983 (Recuerdos de Fútbol Chileno)

 

Ahora, a sus 58 años, se motivó a ser parte de la Armada tras el término de la mencionada charla: "Me preguntaron si me gustaría hacer el curso de reservista, que era como hacer el Servicio Militar, pero más corto. Ahí enganché enseguida", comentó a Las Últimas Noticias.

"Lo extraño fue que, cuando llegué a hacer el trámite, la que enganchó también fue mi señora, María Isabel Espinoza. Me acompañó a presentar los papeles y preguntó si aceptaban mujeres. Le dijeron que toda persona que cumpliera con los requisitos y presentara sus documentos sería aceptada", agregó.

Soto cuenta que la matrícula es gratuita, solo debieron costear el respectivo uniforme que utilizan los rescatistas.

 

Carlos Soto y María Isabel Espinoza, su esposa (Cedida a LUN)

 

Su rutina en la Armada

El otrora presidente del Sifup detalló cómo fue el periodo formación: "Fue intenso y había que cumplir con los días y horarios de entrenamiento en forma rigurosa. De 27 que entramos este año, vamos a salir 13".

"Fuimos sábado por medio a instrucción en Quinta Normal. A las 07:30 horas de la mañana teníamos que estar listos en ropa deportiva. A las 07:50 se hacía el saludo a la bandera con el clásico toque de campana", comentó.

Luego, entrenaban con una intensidad acorde a la edad de cada inscrito; estudiaban instrucción militar y clases de historia, salvamento, primeros auxilios y actuación en incendios.

 

Carlos Soto en el curso de preparación de rescatista naval (cedida a LUN)

 

Todo esto en la mañana. Después de almuerzo participaban en otras charlas, finalizando su intensa jornada cerca de las 17:00 horas.

"Nos han levantado a las tres y a las cinco de la mañana para meternos al mar con temperatura muy baja, porque estadísticamente los desastres se producen a esa hora en su mayoría. Mi señora ha andado bien, ya es toda una reservista", dijo el exdirigente sindical.

 

Carlos Soto mientras era presidente del Sifup (Aton)

 

Una vez que egrese del curso, Soto y Espinoza serán reservistas activos de la Armada, lo que los deja en condiciones de ser llamados en caso de cualquier emergencia que ocurra en nuestro país, tales como terremotos, tsunamis, incendios u otra situación en que se requiera ayuda.

"Podemos cavar zanjas, remover escombros, meternos al agua a asistir. A la larga, mi señora y yo ahora estamos como nunca al servicio de la Patria", concluyó Soto.