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Mauricio Morales tras encuesta Cadem: Habla de "noviembre negro" para el Gobierno, sus aliados y también la oposición

¿Qué pasó?

El académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, analizó los resultados de la Encuesta Plaza Pública de Cadem de este domingo 20 de noviembre, hablando de un "noviembre negro" para el Gobierno, sus aliados y también la oposición.

El análisis de Morales

Según la última Cadem, la aprobación presidencial está en apenas 31%, las expectativas económicas no mejoran, el país está dividido frente a la reforma previsional del gobierno, y -como si todo esto fuese poco- las chances de conseguir un acuerdo constitucional para este mes son casi iguales a cero. Es decir, cerramos un noviembre negro.

Los puntos altos, dentro de tanta mala noticia, es el gabinete presidencial en que luce con particular brillo el socialismo democrático. Esto confirma lo que he dicho en columnas anteriores: el gabinete es más fuerte que el Presidente. Y en este gabinete existen figuras destacadas como los ministros Marcel y Tohá, y el subsecretario Monsalve. El problema sigue siendo el Frente Amplio, que cierra el ranking con dos carteras claves para un escenario de crisis: Desarrollo Social (Giorgio Jackson) y Economía (Nicolás Grau). En algún minuto el Presidente deberá tomar una decisión sobre este asunto, aunque esa decisión implique angustia y dolor.

Pero vamos al acuerdo constitucional. Si bien el 66% está de acuerdo con que Chile tenga una nueva Constitución, el 60% estima que hay que dejar el proceso para más adelante, pues el país tiene urgencias asociadas a economía y orden público que son mucho más relevantes para el país. ¿Qué hacer, entonces? No mucho. Las posiciones del oficialismo y de la oposición para escoger al nuevo órgano constituyente son irreconciliables. Mientras el oficialismo sugiere elegir 99 convencionales, la oposición propone 50, replicando el sistema electoral para elegir senadores. ¿Por qué esta opción? Simple. La derecha rinde mejor desde O´Higgins hacia el sur, en que se escogen 28 de los 50 senadores. Además, este sistema electoral sub-representa de manera dramática a la Región Metropolitana y Valparaíso. Entre ambas, totalizan el 50% del padrón, pero se le asignan solo 10 escaños- 5 cada una- lo que representa un 20%.

Y precisamente es en esta zona en que la izquierda obtiene sus mejores resultados. Dicho en fácil, la derecha quiere que la elección de convencionales se dispute en los territorios donde es electoralmente fuerte. Maule y La Araucanía, por ejemplo, escogen el mismo volumen de escaños que la Región Metropolitana y Valparaíso. Sí. ¡El mismo! Pero mientras la zona central- como dije- concentra el 50% del padrón, Maule y La Araucanía solo representan el 12%. Además, en la dos regiones antes mencionadas, la derecha es particularmente poderosa, tanto así que en ambas se quedó con 3 de los 5 cupos senatoriales.

En este escenario es extremadamente difícil llegar a un acuerdo. Y eso que recién estamos discutiendo sobre el tamaño del órgano representativo. Resta conocer el tipo de lista- si serán abiertas o cerradas y bloqueadas-, el sistema de paridad, los escaños reservados, entre otras materias.

La elite política está confundida, pero quedan fuertes dudas respecto a la real voluntad de avanzar hacia un acuerdo. Puede que toda la discusión haya sido análoga a una serie de cachetadas de payasos. La izquierda no está en condiciones de enfrentar una elección de convencionales luego de la tragedia que significó el plebiscito, y la derecha teme ser desmembrada por Republicanos y el PDG. Si esto es cierto, entonces el miedo ya le ganó a la esperanza.

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