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"Le dije que se entregara": Funcionaria judicial dijo ser engañada y atemorizada por presunto asesino de carabinero

El lunes se llevó a cabo la audiencia de formalización del presunto asesino del suboficial mayor de Carabineros, David Florido, además de sus dos encubridores. En la instancia se decretó la prisión preventiva para los tres imputados, pero además se conocieron nuevos detalles de la fuga de Juan González.

El rol de la funcionaria judicial

Dentro de estos nuevos antecedentes está el rol que jugó la funcionaria judicial Marcela García, quien habría mantenido una relación amorosa de poco más de un mes con el sujeto acusado de homicidio.

La mujer dijo haber sido engañada y atemorizada, pero además su posterior colaboración fue clave para detenerlo.

De acuerdo a la investigación, tras el disparo al carabinero, González escapó a la población La Victoria, en donde amenazó a dos mujeres para que le pidieran un taxi informal que lo llevó a la casa de García. A ese lugar llegó con un disparo en el pie.

"El imputado Juan Israel le dice que le habían querido robar su auto, que a raíz de ese forcejeo los tipos le habían disparado en el pie. Dice que se fueron después por varias comunas y, posteriormente, le indica el imputado que se fueran a un motel", relató el fiscal Christian Toledo.

"Le dije que se entregara"

La defensa de la funcionaria judicial, señaló que González le mintió a la mujer sobre el tiroteo. Solo en una segunda ocasión este le confesó haber participado de la balacera, pero sin asumir responsabilidad.

El abogado defensor de García, Richard Maldonado, señaló que su defendida declaró: "Yo le dije que se entregue, alterándose, casi pegándome una cachetada, y que no volviera a decir eso porque no se iba a entregar, porque prefería matarse o agarrarse a balazos con los 'pacos'".

Además, agregó que por temor a González no habló sobre el hecho.

La confesión de Marcela García

Tras esto, con ayuda de Julio Vidal, el tercer imputado, el presunto homicida se trasladó a San Fernando, en la región de O'Higgins, en donde estuvo escondido el fin de semana posterior al crimen.

Al volver a Santiago, nuevamente recibió ayuda de Marcela, quien lo fue a buscar y lo trasladó hasta Colina. Sin embargo, cuando funcionarios policiales volvieron a tomarle declaración, esta vez como imputada, la mujer finalmente confesó.

"La imputada comenzó a llorar y ella manifestó, de manera libre y espontánea, que deseaba cooperar con la investigación, ya que había omitido información respecto a la ubicación de Juan Israel", dijo en la audiencia el fiscal Toledo.

Fue así como la tarde del viernes 17 de junio, Marcela García acompañó a los efectivos del O.S.9. a Colina y señaló el auto en el que se trasladaba González. Gracias a esto se logró la detención.

El día lunes los tres imputados recibieron la medida cautelar de prisión preventiva, Juan González arriesga presidio perpetuo calificado, mientras que sus encubridores podrían pasar 15 años en la cárcel.