Siguen sin entender: Fiestas clandestinas en Peñalolén y Las Condes dejan 25 personas detenidas
¿Qué pasó?
A pesar de los múltiples llamados de las autoridades para evitar su realización, dos fiestas clandestinas fueron interrumpidas por Carabineros, logrando detener a 25 personas en total.
La primera de ella ocurrió en la comuna de Peñalolén durante la noche de este jueves. En un local de comida china había cerca de 30 asistentes festejando un evento, sin respetar el toque de queda ni las medidas sanitarias vigentes para evitar la propagación del coronavirus.
Cuando la policía llegó al lugar, los participantes escaparon en diferentes direcciones, pero se detuvo a 13 personas, quienes además estaban consumiendo bebidas alcohólicas.
Según informó Carabineros, los detenidos son 11 hombres y 2 mujeres adultas, entre los que se encuentra el dueño del local.
Mientras que el segundo evento ilícito ocurrió al interior de un departamento en Las Condes, durante la madrugada de este viernes. Los vecinos denunciaron ruidos molestos, por lo que Carabineros llegó hasta el lugar y detuvo a otras 12 personas.
El capitán Ignacio Ramírez, oficial de ronda de la Prefectura Santiago Andes, informó que ninguno de los detenidos son reincidentes, "por lo mismo, el Ministerio Público determinó que quedarán en espera de citación y serán liberados de esta unidad policial".
La propuesta del Gobierno
Cabe recordar que durante esta semana, el Gobierno anunció que se encuentra evaluando una propuesta del comité de expertos relacionada con las sanciones a quienes participen en fiestas clandestinas, eventos que han aumentado en la época estival en pleno avance de la segunda ola de coronavirus.
Según comentó el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, se trata de un castigo alternativo enfocado en crear conciencia entre aquellos que participan en actividades que propician la propagación del virus y ponen a riesgo incluso a sus cercanos.
Consultado sobre en qué consistirá la posible sanción, Delgado comentó que se trata de “un trabajo voluntario donde tengan que ir a lugares donde se atienden enfermos, que sientan más conciencia de lo que lo genera la enfermedad, que tengan que relacionarse con enfermos que están muy complicados, dentro de lo que se pueda hacer pero que tengan mayor cercanía con el sufrimiento”.
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