Conductor se cansó de las peleas en bus escolar y abandonó a los niños en mitad de la carretera en Australia
Cansado del mal comportamiento de sus pasajeros, todos escolares, el pasado viernes 21 de julio un conductor de autobús vivió un minuto de desesperación en Australia.
Tras una pelea entre los estudiantes a bordo, el hombre decidió detener su conducción y obligó a los 18 niños a bajarse del bus, dejándolos solos en medio de la carretera del estado de Queensland.
La situación causó el miedo y la molestia de los padres de los menores afectados, quienes reclamaron a la empresa a la que pertenecía el chofer, logrando que fuera destituido.
Escolares desobedecieron llamado de atención
Al interior del autobús viajaban niños entre 5 y 12 años, pertenecientes a tres escuelas diferentes de Queensland. Una de las pasajeras relató a la prensa australiana que hubo un problema entre los estudiantes a bordo, así que el conductor pisó el freno para llamarles la atención.
Sin embargo, la paz duró apenas unos segundos, pues los mismos alumnos involucrados reanudaron su pelea, lo que colmó la paciencia del adulto.
Emily, la escolar testigo, declaró en A Current Affair que el chofer nuevamente paró, se bajó del bus y estuvo unos minutos fuera. Cuando subió, les pidió a todos los pasajeros que se bajasen, dejándolos abandonados.
Pánico a kilómetros de casa
La niña de 11 años, acompañada de su hermana de 7, aseguró haber entrado en pánico cuando quedaron a mitad de carretera. Por sugerencia de los otros afectados, ambas caminaron hacia casa, pero por la distancia kilométrica que les faltaba por recorrer, decidieron llamar a su madre.
"Recibí una llamada telefónica de Emily. Estaba frenética, muy molesta", contó Gemma, la que fue de inmediato a buscar a sus hijas, encontrándose con Bobby, un menor de 5 años que también fue dejado a su suerte por el conductor del autobús.
"¿Qué hubiera pasado si aparecía alguien con malas intenciones? Afortunadamente, Gemma y sus hijas pensaron rápido, pero podría haber sido otra persona", señaló Kate, la madre del pequeño.
Una vez recepcionada la denuncia, la empresa Translink anunció el despido del sujeto y el inicio de una investigación interna. Además, expresó sus disculpas a los apoderados por la angustia que atravesaron.
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