"Recuerdo meterle el dedo en el ojo": Octogenaria mujer fue atacada por un caimán, pero se salvó milagrosamente
- Por Julieta Garagay
Una mujer de 82 años y 1.58 metros de estatura sobrevivió al ataque de un caimán de dos metros mientras paseaba a su mascota en Carolina del Sur, Estados Unidos.
A pesar de que el animal mordió a la octogenaria, esta sobrevivió milagrosamente, pero debido a que su calidad de vida se vio afectada, ella decidió demandar a la comunidad en la que vivía, que favoreció la presencia de caimanes en el condominio.
El ataque del caimán
De acuerdo a lo que relató la mujer, identificada como Elsie Kyle, a The Telegraph, el hecho sucedió el 2 de diciembre de 2021, cuando paseaba a su perrita Lulú cerca de un lago artificial de la isla Hilton Head, donde ella residía.
En ese momento, fue que “miré hacia abajo y vi este enorme caimán, un tipo bastante grande, especialmente porque solo mido 1.58 metros, y se me puso la piel de gallina”.
“Traté de huir, pero perdí el equilibrio. El caimán saltó del agua y me mordió las piernas. Ese fue el primer bocado. Estaba tan conmocionada que no sentí ningún dolor”, aseveró.
"Recuerdo estar bajo el agua y meterle el dedo en el ojo al caimán. Lo recuerdo porque estaba mojado y asqueroso", dijo. Sin embargo, el reptil no la soltó.
El rescate de la mujer
Elsie gritó y fue escuchada por dos de sus vecinos, quienes lograron liberar a la mujer golpeando al caimán con una pala en la cabeza.
La anciana fue llevada a emergencias y sometida a múltiples cirugías durante dos semanas, las que buscaban salvarle la vida y sus piernas, que quedaron muy maltratadas.
"El caimán no me mató, pero ciertamente me quitó lo que me quedaba de una vida normal", comentó Elsie, quien hoy no puede caminar sola y debió mudarse a una residencia para adultos mayores.
Elsie Kyle aseguró que siempre hubo caimanes en la zona, pero los hábitats artificales que desarrollaron en su comunidad provocó que estos ingresaran a ella.
Por eso, decidió demandar a la comunidad por “permitir que persista una condición irrazonablemente peligrosa e insegura” y “no tomar las medidas adecuadas para evitar que los caimanes ataquen al público”.
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