Revelan detalles de cárcel donde opera el Tren de Aragua: Tiene una piscina, discoteque, cancha de béisbol y zoológico
La periodista venezolana Ronna Rísquez se infiltró en la cárcel de Tocorón ubicada en Aragua, Venezuela, para conocer la condición en que viven los miembros de la banda criminal conocida como el Tren de Aragua.
La mujer descubrió una serie de lujos con los que cuentan los reclusos como piscina, bares y lo más insólito, un zoológico.
Periodista entró a la cárcel
La organización criminal, que llegó hace algunos meses a Chile, cuenta con una cárcel en su país de origen, sin embargo, muy pocos conocen la realidad del recinto, incluso, según la periodista, muchos creen que la prisión de Tocorón es un mito.
En conversación con Las Últimas Noticias, Ronna contó que entró a la cárcel para escribir un libro sobre el lugar, pero tuvo que infiltrarse para ingresar.
"Había mucha información que rondaba de cómo era la cárcel, se conocían algunos aspectos en base a trabajos periodísticos. Sin embargo, para realizar este libro tenía que confirmar en terreno si existían estas instalaciones y que no se trataba de una fantasía ni un mito. Para poder ingresar, me hice pasar por un familiar de uno de los reclusos", contó Rísquez.
Cárcel de lujo
La periodista también reveló detalles del interior del penal, señalando que, "la prisión tiene unas características que no son necesariamente las que uno supone propias de una prisión. Operan desde una cárcel de lujo que tiene un estadio de béisbol, un zoológico, piscina, discoteca y bares. También tienen áreas abandonadas en las que someten a otros prisioneros a vivir en condiciones inhumanas".
Con respecto al zoológico en la cárcel, Ronna especificó que hay "jaguares, diez avestruces, un puma, monos, caballos, tucanes, guacamayos, gallinas, cerdos y vacas, entre otras especies".
A pesar de que se desconoce la cantidad exacta de presos, se estima que entre tres mil y cinco mil miembros del Tren de Aragua estarían en el recinto.
Finalmente, la venezolana agrega que la banda está operando en ocho países, entre ellos Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Brasil, Panamá y Chile.
Además, explica que, "ellos vieron una oportunidad de negocio a través de la crisis migratoria. Se instalaron en las fronteras y ofrecieron traslados hacia los otros países a cambio de pagos, servicios de prostitución o traslado de droga".
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