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Niño de 8 años muere en los brazos de su padre tras regresar de la escuela: tenía un tumor en el cerebro y no lo sabían

  • Por Meganoticias

Amari King Churchwell, un niño de ocho años, murió inesperadamente después de que regresó más temprano a casa de la escuela porque no se sentía bien. El pequeño se desmayó en los brazos de su padre, Kenneth Churchwell.

La familia del niño abrió una campaña de GoFundMe, a través de la que se detalló lo que sucedió. “Ayer, Amari, un niño brillante y alegre de ocho años, comenzó su día habitual preparándose para la escuela”, escribieron en la página.

Tras entrar a la escuela, el personal llamó al padre del niño porque se sentía mal. “Después de llegar a casa para descansar, se derrumbó en los brazos de Kenney y sin dudarlo lo llevó a la sala de emergencias”, continuó la página.

“Los médicos encontraron una masa en la parte posterior del cerebro de Amari con hemorragia interna y rápidamente trabajaron para insertar un drenaje con el objetivo de reducir la presión en su cerebro”, relataron los familiares.

Posteriormente, el niño fue trasladado al Hospital Infantil de Doernbecher en Portland, Estados Unidos, donde los doctores no pudieron hacer nada para evitar su muerte, escribió People en Español.

El niño nunca presentó ningún tipo de síntoma

“Tristemente, el derrame provocado por el tumor dejó a Amari con escasa actividad cerebral”, dijeron los familiares más cercanos del niño. “Después de orar mucho, estudiar las tomografías computarizadas y consultar con tres neurólogos para agotar todas las opciones, tuvimos que enfrentar la devastadora noticia de que nuestro Amari había fallecido”, agregaron.

La madre del niño, Dawn Churchill, le dijo a los medios de comunicación locales que, antes de morir, su hijo “nunca padeció dolores de cabeza, ni dio muestras de estar enfermo, ¡nada!”.

Además, Churchill reveló que le preguntó a su hijo cómo se sentía cuando lo recogió en la escuela, y Amari le contestó: “No sé, no sé qué pasó”.

Una vez en casa, cuando su padre trataba de quitarle la camiseta, el niño colapsó. “Fue raro, como si su cabeza se desplomara. Supe inmediatamente que algo estaba muy mal”, aseguró Kenneth Churchwell.

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