La historia de Ronnie Coleman: De ser el mejor fisicoculturista a vivir en silla de ruedas
El nombre de Ronnie Coleman, tal vez para el común de la gente, no sea rápidamente reconocido, pero para los amantes del fisicoculturismo figura entre los mejores de la historia.
El hombre de actuales 56 años es una leyenda tras ganar el certamen Mr. Olympia –el más prestigioso del mundo- en ocho ocasiones consecutivas.
Sin embargo, pese a las luces y sus enormes músculos, su vida no ha sido fácil. Producto del esfuerzo de trabajar con tanto peso, pasó 15 veces por el quirófano debido a que su espalda y cadera quedaron arruinadas por las exigentes rutinas.
Su vida
Coleman, en la década de los ‘80, estudiaba para ser contador en la Universidad Grambling State.
Luego de titularse, no pudo conseguir trabajo, por lo que comenzó a colaborar en una pizzería. En eso estaba hasta que postuló para ingresar a la policía.
Quedó en dicha institución y patrullando un hombre le preguntó por su gran tamaño y lo invitó a su gimnasio. Desde ahí no paró más en trabajar para llenar su cuerpo de impresionantes músculos.
En 1998 ganó su primer Mr. Olympia, hecho que se repitió por ocho años consecutivos. En ese tiempo llegó a pesar 134 kilos, aumentando 40 kilos más desde su primer triunfo.
Sin embargo, los problemas en su espalda ya eran reiterados. En 1996, de hecho, tras realizar sus ejercicios habituales, terminó hospitalizado.
Tras su retiro del alto rendimiento, el excampeón fue operado en innumerables ocasiones y sus problemas en la cadera y columna no paran.
Esas partes de su cuerpo están tan desgastadas, que toma pastillas para el dolor y debe moverse en silla de ruedas. Incluso, para ir al baño debe usar muletas.
Pese a todo lo anterior, él confesó que continúa realizando ciertos ejercicios, porque definitivamente ama el fisicoculturismo.
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