Después de toda una vida a dieta, así es como una mujer finalmente perdió 60 kilos después de la menopausia
- Por Meganoticias
Durante gran parte de su vida, Paulette Szalay (60 años) estuvo a dieta. Sin embargo, no fue hasta que una epifanía en la playa la obligó a un cambio radical de mentalidad que pudo deshacerse del peso que la estaba frenando y afectando su salud. A sus seis décadas, su inspiradora historia es una prueba de que nunca es tarde para transformar la vida.
El momento crucial llegó el Domingo de Pascua de 2022. Con un peso cercano a los 118 kilos, su vida diaria era una lucha. "Era educadora, trabajaba en un segundo piso y ya no podía subir y bajar las escaleras. Tenía que usar el ascensor", relata a TODAY. Su peso venía con un combo de problemas de salud: hipertensión, colesterol alto, piernas hinchadas, reflujo ácido y problemas de tiroides.
La barrera mental de la menopausia
Paulette confiesa que se había rendido a la idea de que su cuerpo ya no cambiaría. "Tenía la mentalidad de que no podía bajar de peso después de la menopausia, y que así iba a ser por el resto de mi vida. Estaba deprimida. Sentía que no era parte de la sociedad. Sentía que siempre me miraban o me juzgaban."

Ese feriado de 2022, mientras su familia disfrutaba de la playa en Florida, Paulette estaba "completamente vestida de pies a cabeza, sentada bajo un quitasol, sudando profusamente".
La inspiración le llegó desde un ángulo inesperado.
"Vi a una mujer de espaldas, admirando su silueta y su traje de baño. Cuando se dio la vuelta, noté claramente que era una mujer mayor", recuerda Paulette. Ese instante fue un clic mental. "Pensé que si ella podía lucir un bikini, yo también podía. Ella fue mi inspiración. No fue algo que buscara. Simplemente me golpeó: '¡Yo puedo hacer esto!'. Ese fue mi momento", cuenta.

El viaje de Paulette comenzó esa misma noche, con una decisión firme en la mesa. En la cena de Pascua, pidió salmón a la parrilla y verduras al vapor. Ante la perplejidad de su familia italiana, que esperaba pasta y pollo parmigiana, Paulette declaró: "Este es el primer día del resto de mi vida".
Desde ese día, se ha mantenido comprometida. En tres años, ha perdido impresionantes 60 kilos (133 libras).
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Los beneficios han sido más allá de la balanza: dejó de necesitar medicamentos para la presión y el colesterol, el reflujo se fue, y toma dosis más bajas para la tiroides. Hoy, irradia energía y pasó de usar una talla 50 (24 americana) a una talla 38 (6 americana).
Gracias a una nueva confianza, incluso ha incursionado en el modelaje y la actuación, algo que jamás habría imaginado. Y sí, este verano, cumplió su promesa de la playa: "Me tomó tres años, pero uso un bikini. ¡Y siento que lo estoy rompiendo!", celebra.
Del pánico al gimnasio "Sin Juicios"
Al principio, Paulette temía ir al gimnasio debido a su peso, por lo que eligió Planet Fitness por su filosofía de "cero juicios".
Su inicio fue humilde: "La primera vez, estuve literalmente cinco minutos en la trotadora y me quedé sin aliento". Hoy, entrena una hora o más, dos o tres veces por semana. Su rutina incluye media hora de cardio (escaleras, trotadora, remo o elíptica) seguida de un circuito de fuerza.
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Pequeños grandes cambios en la cocina
Con la ayuda de un nutricionista, Paulette estableció objetivos iniciales de 1.200 calorías diarias, al menos 50 gramos de proteína y niveles bajos de carbohidratos.
En su cultura italiana, la pasta era el plato principal. Su solución: "En lugar de tener pasta cuatro o cinco veces a la semana, tengo una porción pequeña como guarnición". En cuanto a la preparación, cambió las frituras por la parrilla, el vapor, el horno o la freidora de aire, y reemplazó la mantequilla regular por una alternativa vegana.
Para mantener la energía, ahora come porciones más pequeñas a lo largo del día:
- Desayuno: Batido de proteínas, mantequilla de maní y suplementos.
- Media mañana: Almendras.
- Almuerzo: Ensalada con atún o pescado.
- Media tarde: Yogur o fruta.
- Cena: Pollo o pescado a la parrilla, verduras al vapor y, ocasionalmente, media papa o una porción pequeña de pasta.
Paulette se enfrentó a estancamientos en su pérdida de peso, que superó ajustando su ejercicio, cambiando sus horarios de comida e, irónicamente, agregando algunos carbohidratos para acelerar su metabolismo.
Nueve meses después de comenzar, sufrió un accidente cerebrovascular ocular que le hizo perder la visión en un ojo, la cual recuperó en menos de 24 horas. Los médicos atribuyeron la milagrosa reversión al estilo de vida saludable que había adoptado.
El apoyo emocional fue fundamental. Cada sábado, compartía su peso semanal con un grupo de familiares, amigos y colegas. "Ese sistema de apoyo fue clave para motivarme. Recibía aplausos y corazones, y eso es lo que me mantuvo en marcha. Nadie puede hacerlo solo", enfatiza.
Esa confianza restaurada le dio un nuevo propósito. "Me levanto y digo: '¿Qué puedo lograr hoy?'. Antes solo iba a la escuela a enseñar. Ahora siento que tengo un propósito", dice Paulette. "Quiero ser una inspiración para otros, al igual que esa mujer en la playa fue una inspiración para mí".
Su historia es un vibrante testimonio de que la edad es solo un número y que el verdadero peso que hay que perder es el de las limitaciones mentales.
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