"Piénsalo bien, vas a ir contra el Gobierno": Funcionaria declara que amigo de Presidente Boric advirtió a denunciante de Monsalve
¿Qué pasó?
El pasado mes de noviembre, Catalina Arrey, funcionaria del Ministerio del Interior, prestó declaración a la Contraloría General de la República, en el marco del sumario abierto en paralelo a la investigación penal por violación en contra de Manuel Monsalve. En su testimonio, afirmó que un amigo del Presidente Gabriel Boric advirtió a la denunciante sobre ir en contra del Gobierno.
Al ser amiga y compañera de trabajo de la presunta víctima, Arrey contaba con información de primera fuente. De hecho, fue una de las primeras personas a las que la denunciante le contó lo sucedido con el exsubsecretario del Interior, tras lo cual ella le aconsejó que denunciara la situación.
La declaración de la funcionaria del Ministerio del Interior
Sobre el primer hecho denunciado, la salida a almorzar en el Costanera Center en la que Monsalve habría besado por sorpresa a la denunciante, la funcionaria contó que "la cita (para la denunciante) era una buena noticia, era positivo, yo también le dije que era algo bueno, quizás un nuevo puesto".



"Dos días después de los hechos, en un almuerzo, me cuenta. Quedamos en shock. No sabíamos sus intenciones. Yo le propuse que tomara distancia, para que él supiera que ella no quería. Pero se sentía presionada porque tenía que comenzar sus nuevas responsabilidades y seguirlo a todas partes", recordó, según informó La Tercera.
LO ÚLTIMOArrey relató que "(la denunciante) me contó que era un almuerzo, no recuerdo que me hubiera dicho que había alcohol, pero sí que caminaron a una plaza, se sentaron en una banca y que él le da un beso en la boca, luego, en shock, y en silencio tomó un Uber, ella estaba muy en shock. Ella me decía que sentía asco con todo lo que pasó. Esa semana además tuvo que viajar con él, y ahí le aconsejé que no se quedaran en el mismo lugar. Entiendo que al final no viajaron solos, y ella se quedó con el equipo de trabajo y él en otro (lugar). Recuerdo que ella estaba muy preocupada por ese viaje, pero luego me dijo que por suerte se quedó en otro hotel. Ella tenía miedo de esa situación".
Cuando fue consultada sobre si vio un cambio de conducta entre su amiga y su jefe, afirmó que "a Monsalve no lo vi más. Yo almuerzo en el casino, y trataba de no verlo. No volví a verlo hasta después de la denuncia. Y (nombre de la mujer), estaba mal. Después del beso, yo sé que trató de superar la situación, y que no se volviera a repetir, pero siempre sentía asco".
"Lo teníamos endiosado"
La funcionaria del Departamento de Inversiones de la División de Gestión y Modernización de las Policías contó que el 23 de septiembre, un día después de la presunta violación, su compañera no fue a la oficina, lo que la extrañó. Al día siguiente se juntaron y le contó lo que había pasado.
"Él le dijo a ella que la reunión era por motivo de trabajo. Me dijo que comieron, como a las 6. Yo creo que ella también pensó que podía ser un espacio para poner límites, porque en todos los demás escenarios fue con más gente. Entonces pese al miedo que ella sentía, creo que fue para conversar y poner límites, creo que por eso fue. Además, es su jefe y no podía decirle que no. Que tomaron 2 pisco sour, y que después no se acordaba de nada más", respondió en el sumario.
"Ella no lo podía creer, no entendía nada, se sentía muy culpable porque no se acordaba de nada. Se echaba mucho la culpa. Ella sentía que había sido violada. Porque a ella le daba asco, ella nunca quiso acercarse a él", sostuvo.
Asimismo, dijo que a su amiga "se le veía en su cara su dolor. Nos sentábamos y recapitulábamos de qué cosa se acordaba. Tratábamos de ser objetivas. Sentíamos que no podíamos ir a la PDI ni a Carabineros, porque la denuncia podía quedar en nada. Que lo iban a alertar (a Monsalve) y que todo quedaría en nada. Que nos iban a tachar, que la podían despedir, que iba a sufrir represalias por esos hechos. (...) La primera semana de ella estuvo muy en shock".
"Aún cuando pasó todo esto, ella se refería a él de 'usted', de subsecretario, porque sentíamos mucho respeto por él. A él lo veíamos como alguien muy inteligente, lo teníamos endiosado. Entonces no vimos que esta situación pudiera ocurrir", afirmó, señalando que siente que "él quería desmarcarse culpándola, que ella había coqueteado con el taxista. Yo creo que él se aprovechó porque ella no recordaba. Siento que él la quería hacer sentir mal. Yo me pregunto. ¿Si ella estaba tan mal, por qué él no la fue a dejar a su casa? Solo sentíamos rabia".
Catalina Arrey dijo que cuando su amiga le contó todo estaba "en shock. Las palabras eran que sentía que era una pesadilla, no entendía lo que pasaba... Nos juntábamos a tomar un jugo, para tratar de recapitular. Ella me decía qué asco, qué asco. No sé por qué acepté esas pastillas. No sé qué me dio".
La supuesta advertencia del amigo del Presidente Boric
La funcionaria contó que en el día de su cumpleaños fue con la denunciante y Ricardo Lillo, otro funcionario de Interior, al restaurante Italísimo, donde hablaron de buscar una abogada "ojalá feminista", pero que su compañera "no confiaba, no quería que se agrandara".
Días después, indicó, que notó que su amiga estaba "más decidida a hacer algo. Quería denunciar pero tenía miedo", por lo que acudieron a una fundación de ayuda psiquiátrica, pero que en el lugar la atención "en vez de empatizar con nosotras, fue muy fría".
"Ahí fue cuando dijimos vamos donde la ministra de la Mujer (Antonia Orellana). ¿Pero qué (íbamos a hacer)? ¿La íbamos a esperar afuera de la oficina de la ministra? Entonces hablamos de buscar otra opción. Yo tenía miedo de que ella se frustrara. Ahí pensamos en Camilo Araneda (jefe de la unidad de gestión de conflictos de la División de Gobierno Interior y amigo del Presidente Gabriel Boric), que sabíamos que era jefe de un área. Ella me decía que le daba vergüenza, pero le escribió, y se juntaron y ella le contó todo. Yo tenía la esperanza que nos ayudara, con alguna asesora del Ministerio de la Mujer, pero no fue así", relató.
"Lamentablemente, él trató de poner paños fríos. (Le dijo) que lo pensara bien, que iba a ir en contra del Gobierno, pensó más en eso que portarse como humano. No sabíamos qué más hacer", agregó.
Finalmente, se le preguntó a Arrey si creía que Monsalve tenía alguna fijación u obstinación con la denunciante. "A mí parecer, yo creo que él siempre lo tramó. Por ejemplo, cuando ella se iba a ir como asesora, pidieron dos currículum, el mío y el de ella. Creemos que no fue coincidencia que fuéramos las dos mujeres, jóvenes, en ese momento ambas solteras, de fuera de Santiago", respondió.
Denuncia
Si eres víctima o testigo de violencia hacia la mujer el fono de orientación dispuesto por el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) es el 1455.
El número se puede marcar tanto en teléfono fijo como en el celular y desde ahí brindan orientación para ayudar a víctimas de maltrato o te guían con los mecanismos para realizar una denuncia.
Este artículo informa de un proceso judicial en curso, por lo que los involucrados no deben ser considerados culpables hasta que los organismos pertinentes lo determinen.
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