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Las dispares sanciones por violencia en el fútbol: Bajas penas, dos años sin ir al estadio y tobillera electrónica

La violencia nunca ha dejado el fútbol a pesar de las múltiples reformas incorporadas a la Ley 19.327 que regula los desórdenes y delitos en los estadios. Muestra de aquello es que en el inicio del año futbolístico, con la Supercopa entre Colo Colo y Huachipato, la atención no estuvo dentro de la cancha sino en los desmanes protagonizados por los hinchas albos y que obligaron a suspender el encuentro.

Tras ese hito, las autoridades se han abocado a buscar una solución que permita cortar el ingreso de elementos que puedan ir contra la realización del espectáculo. Sin embargo, esas nuevas exigencias han provocado una demora en la autorización de los partidos, como ocurrió en el último Superclásico entre Colo Colo y la Universidad de Chile.

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Los inadmisibles incidentes y la suspensión de la última Supercopa obligaron a las autoridades a extender los márgenes de autorización ante la obligación de reforzar los procesos de revisión y los tiempos de comprobación de que las exigencias para los organizadores, que lógicamente deben aumentar, se cumplan cabalmente. Si aumentan las exigencias, y los clubes demoran en cumplirlas, todo se ralentiza”, plantean desde Estadio Seguro.

Menos de dos semanas después de la Supercopa, la violencia cruzó la frontera. Un grupo de simpatizantes de Colo Colo hizo noticia por sus disturbios y alteraciones al orden público en Mendoza, en la previa del partido ante Godoy Cruz por la Libertadores. Dichas actuaciones significaron que ocho chilenos enfrentaran un juicio abreviado por robo y fueron expulsados de Argentina con prohibición permanente de poder regresar.

Una ley que muta mucho y castiga poco

Cómo alejar a los antisociales de este deporte se ha transformado en una pregunta sin resolver para la ANFP, el Ministerio del Interior, y por consiguiente al Departamento Estadio Seguro.

Según datos obtenidos mediante Transparencia, desde el 2011 a la fecha, se han decretado 2.090 prohibiciones judiciales de acceso de acuerdo a la ley de violencia en los estadios. De ese grupo, 172 personas cuentan con una condena dictada por los tribunales.

En este contexto, Mega Investiga revisó las últimas condenas asociadas a la ley de violencia en los estadios y detectó dispares sanciones en los imputados: bajas penas que se cumplen en libertad y en algunos casos apoyados por sistemas de tobillera electrónica.

Frente a la prohibición de volver a un estadio, los magistrados no fueron tan extremos como para determinar que nunca más ingresen a un recinto deportivo, a pesar de haberlos sorprendidos con fuegos artificiales y bengalas en sus pertenencias.

Caso 1: 15 agosto 2023, U. de Concepción vs Deportes Temuco

Ese día, se jugaba un partido por Copa Chile en el estadio Ester Roa, en la ciudad de Concepción. Mientras, Catalina Vargas Morales ingresaba al recinto, cerca de las 16.40 horas, la policía descubrió que portaba dos petardos aptos para su uso, por lo que fue detenida.

Tras seis meses de investigación, el 24 de enero pasado, el juzgado de Concepción la condenó a 541 días de cárcel, cuya pena la cumplirá en libertad bajo supervisión de Gendarmería calificada como simple.

Además, la Justicia instruyó que Catalina Vargas no pueda asistir durante un año a algún recinto deportivo, tiempo que fue reducido a la mitad por el abono que acumuló durante el proceso investigativo en el que no podía ingresar a un estadio.

Caso 2: 30 abril 2023, U. de Chile vs U. Católica

Tras la suspensión del clásico universitario por los graves incidentes ocurridos al interior del estadio Ester Roa, por parte de barristas de “Los de Abajo”, Francisco Ulloa Almonacid fue detenido por personal de Carabineros cerca de las 13.20 horas cuando se retiraba del recinto. En medio de la revisión de sus pertenencias, la policía lo sorprendió con una bengala de mano marca Huahai Hand Flare de color roja, muy similar a las usadas minutos antes y que determinó la suspensión del encuentro de fútbol.

Por este caso, se querelló la concesionaria Azul Azul, pero no tuvo incidencia en la condena impuesta a Ulloa Almonacid, quien fue declarado culpable el 18 de enero pasado por el porte de la bengala. La jueza Claudia Castillo le otorgó 541 días, que cumplirá bajo el sistema de libertad vigilada simple a cargo de Gendarmería en la ciudad de San Antonio, en la Región de Valparaíso, donde vive el barrista.

Además, se le impuso no poder asistir a un partido de fútbol oficial por dos años, cuyo tiempo se rebajará por los 261 días de abono asociados al tiempo que duró la causa.

Caso 3: 5 enero 2023, U. Católica vs. Oriente Petrolero

Nuevamente el estadio Ester Roa de Concepción es escenario de la implementación de elementos prohibidos en la zona de barras. En este caso, Rodrigo Navarrete Gaeta fue sorprendido manipulando una bengala en la galería 8 del recinto penquista.

La investigación quedó acreditada con la declaración del piquete de Carabineros que custodiaban el evento deportivo más un set de 10 fotografías de la grabación de la cámara de seguridad del estadio, en la que se ve como Navarrete usó este artefacto incendiario.

Si bien la Fiscalía de Concepción solicitó dos años de cárcel, el Juzgado de Garantía resolvió aplicar en noviembre de 2023 una pena de 61 días, por lo que la condena la cumplió en libertad.

Caso 4: 3 de mayo 2023, Colo Colo vs. Boca Juniors

Ese día, fue detenido Michael Faúndez González en las inmediaciones del Estadio Monumental a pocos minutos del inicio del trascendental partido por Copa Libertadores. Según la investigación, el sujeto se encontraba lanzando objetos contundentes a Carabineros en la calle Benito Rebolledo.

En su declaración, Faúndez negó la acusación y aseguró que ese día estaba trasladando a su polola al estadio, dado que él no tenía permiso para ingresar al Monumental, porque estaba con orden de prohibición de un caso distinto.

Finalmente, Michael Faúndez fue condenado el 18 de diciembre pasado a 61 días por el delito de desórdenes públicos en el contexto de la ley sobre violencia en los estadios. Además, se le agregó dos años más de inhabilidad para presenciar un partido de fútbol en territorio chileno.

Caso 5: 18 de junio 2023, Deportes Concepción vs. Fernández Vial

El clásico penquista vivía una nueva edición. Por ello, las autoridades solicitaron un contingente policial mayor para supervisar a los dos barras con el fin de evitar desórdenes y enfrentamientos violentos. En ese contexto, en medio de un control de Carabineros, fue detenido Jorge Jean Figueroa Poblete, a quien le encontraron entre sus pertenencias 49 cartuchos de fuegos artificiales en un paquete de color azul marca Ground Cake.

Esto derivó en un procedimiento abreviado en el que se condenó a 541 días de cárcel, cuya pena permitió al imputado cumplirla en la modalidad de libertad vigilada con el instrumento de tobillera electrónica, de acuerdo al fallo judicial informado el 14 de noviembre pasado.

De los casos analizados, es el único bajo este sistema de supervisión, pero que al revisar los antecedentes de la causa el condenado por violencia en los estadios ha incumplido la media en tres ocasiones: manipulación de correa y no cumplir con el horario de encierro nocturno en su domicilio. Así quedó establecido en un escrito de Gendarmería que advirtió de esta situación al Juzgado de Garantía de Concepción el pasado 14 de marzo.

La búsqueda por mayores penas

Las bajas penas y prohibiciones que enfrentan quienes van contra la ley de Violencia en los Estadios es una preocupación de las autoridades, que ven como una necesidad en avanzar en una legislación más dura: “Hemos dicho anteriormente que creemos que la Ley N° 19.327 debe ser actualizada, entre otros temas, con penas superiores”, dicen desde Estadio Seguro.

En esa línea, desde mayo del año pasado, el Ministerio del Interior, la Subsecretaría del Interior y Estadio Seguro han ingresado al Congreso reformas a la ley. Dentro de las modificaciones se plantean mayores exigencias a los clubes organizadores, aumentar las penas a los transgresores, y elevar estándares en la identificación de los asistentes.

Un ejemplo de esto es el registro nacional del hincha asociado a un control biométrico que se empezará a exigir a todos los clubes desde el próximo año, con el fin de controlar a los barristas violentos que están impedidos de asistir a los partidos como también de tener más certeza de la identidad de los involucrados en actos de violencia.

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