"Lo mandaron a la casa": Arquero chileno Raúl Olivares vive drama en Bolivia por discriminación de su hijo en el jardín
- Por Lucas Figueroa
Raúl Olivares, arquero chileno de dilatada trayectoria y que actualmente milita en el Universitario de Vinto de Bolivia, contó una desagradable situación que ha tenido que vivir a propósito de una condición que aqueja a Máximo, su hijo de 4 años.
Fue después de la tradicional entrevista post partido, tras la igualdad de su equipo contra el Real Potosí por la Copa Tigo de Bolivia, que "Araña" Olivares aprovechó los micrófonos para denunciar que Máximo sufrió discriminación por parte del Jardín Infantil donde estaba asistiendo.
El descargo de la "Araña"
"Quiero mandar un saludito a mi hijo, estamos pasando por un proceso. Mi hijo tiene TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) y en el jardín en Cochabamba lo mandaron para la casa por tres meses. Lo saqué y ahora estoy en otro jardín, donde realmente son gente responsable. Les mando un abrazo a todos los que lo han apoyado", dijo el guardameta.
En conversación con LUN, el arquero sinceró la razón de su descargo ante las cámaras. "Tenía la adrenalina del partido, con el corazón a mil. Estaba desilusionado con el antiguo jardín de mi hijo. Primero me dijeron que trabajáramos en equipo y yo cumplí al pie de la letra con lo que me pidieron", manifestó.
"Contraté una maestra sombra, anexa al jardín y que lo acompaña durante el día. También conseguí el examen sicológico, donde salía que Máximo es un niño totalmente normal, solo que tiene TDAH. Le cuesta concentrarse, tiene mucha energía", añadió.

La petición del jardín
Además, detalló la forma en que el establecimiento le pidió que dejaran al menor de edad en la casa.
"Como hace dos semanas mi señora Ángela fue a buscarlo y le dijeron que querían mandarlo a la casa durante tres meses 'hasta que se mejorara'. ¿Cómo lo van a mandar a la casa? Es como si lo echaran, aunque diciéndolo de otra forma. ¿Qué clase de educación es esa? Además, mi hijo no es chileno, es boliviano, así es que no fue un acto de discriminación por nacionalidad, sino por su condición", dijo.
Pero los malos ratos continuaron, cuando procedió a llevarlo a otro jardín infantil, desde este último lo recibieron, pero había otro problema: "No podía ser inscrito porque en el sistema aparecía que el niño había abandonado, lo tenían bloqueado".
También consultada por el diario mencionado anteriormente, la neuróloga de Clínica Las Condes Gloria Benavides precisa que los niños con esta condición "son niños que les cuesta mantener más la atención sostenida y requieren más espacio para tener más actividad física".
Para cerrar, Olivares reflexiona que "tener un trastorno tampoco te impide poder relacionarte, ni tampoco te obliga a aislarte".