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"Me cuestiono hasta cómo me visto": Víctimas de extorsionador que robó fotos íntimas sufren consecuencias psicológicas

¿Qué pasó?

A principios de diciembre, un hombre de 32 años, fue condenado a cuatro años y un día de presidio luego de haber sido hallado culpable por haber robado fotos íntimas de mujeres, extorsionarlas y posteriormente, difundir el material en el círculo cercano de las víctimas.

El hombre fue condenado por delitos informáticos reiterados y amenazas condicionales a estas mujeres. La baja condena se debe a que tuvo una "irreprochable conducta", por lo que le otorgaron libertad vigilada, aunque con prohibición de acercarse a las mujeres, consigna LUN.

¿Cuál era el modus operandi?

De acuerdo a la información otorgada por la Fiscalía Metropolitana Sur, el hombre identificado como José Zárate Painemal, elegía a sus víctimas y les ofrecía desayunos de cortesía.

Esto lo hacía a cambio de publicidad para su emprendimiento, el cual era llamado "Dekoratina". Posteriormente, les enviaba un formulario para rellenar con datos de su correo y una clave que debían crear.

Sin embargo, esa era la trampa, ya que al crear una "nueva cuenta", muchas de ellas colocaron las mismas contraseñas que poseían en sus correos y redes sociales.

Posteriormente, ingresaba a las cuentas reales y se apoderaba de fotografías e información íntima de sus víctimas, para así exigir nuevas fotos de contenido sexual con el objetivo de venderlas.

De no hacerlo, Zárate amenazaba con que publicaría lo que estaba en su poder en las redes sociales y los círculos cercanos de las víctimas.

"Sentí rabia e impotencia"

En el mismo medio, Francisca de 41 años, dio a conocer su testimonio. Incluso, debió verlo cuando fue la audiencia: "Apareció con cara de pobrecito, pero yo solo sentí rabia e impotencia".

Ella es una de las 19 víctimas de este hombre, que cursaba biología en una universidad. En un comienzo, ella utilizó otra contraseña, por lo que el sujeto volvió a contactarla, haciéndose pasar por un hacker.

"Me dijo que estaba en un grupo donde un hacker malo me iba a secuestrar mis cuentas, entonces me recomendó que cambiara el correo asociado para evitar problemas. No le hice caso y él se desesperó", cuenta.

Sin embargo, aquello no fue suficiente para detener al hombre, puesto que "logró entrar a mis cuentas y llegó a unos mensajes antiguos donde encontró imágenes mías en ropa interior".

"Le dije que me daba lo mismo, pero por dentro estaba muerta de miedo. Como no accedí, las difundió y sentí mucha vergüenza. Para todo el mal que hizo, la pena fue insuficiente", lamenta.

"Se sentía respaldado"

Antes de que sus fotos fueran difundidas, acudió a la Policía de Investigaciones (PDI). Sin embargo, le dijeron que mientras las imágenes no fueran publicadas, no había delito.

"El sistema fomenta que estos tipos sigan haciendo lo mismo. De hecho, él se jactaba de que llevaba 10 años en eso. Se sentía respaldado por el vacío legal", manifiesta.

Graves consecuencias psicológicas

Josefa, de 34 años, fue otra víctima más de este hombre. Zárate se apoderó de fotografías íntimas que había compartido con una expareja: "Mi pololo, su familia, mis amigos, todos vieron esas fotos".

"Da vergüenza, rabia, impotencia. Tuve que cerrar mis correos, saqué el dinero de los bancos y cerré las cuentas. Tengo una cuenta privada donde apenas me saco selfies. Me cuestiono hasta cómo me visto", asegura.

Y es que las consecuencias son gravísimas: "Hubo otras mujeres que perdieron dientes por estrés, se cambiaron de casa, incluso que intentaron quitarse la vida. Ahora él está en su casa donde puede volver a hacer lo mismo".

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