Experto descarta que plaga de langostas llegue a Chile: "Condiciones del clima no lo permiten"

¿Qué pasó?

La pandemia del coronavirus no parece ser suficiente para algunos fenómenos de la naturaleza, ya que una plaga de langostas amenaza a países sudamericanos como Argentina, Brasil y Uruguay.

En el caso argentino, la plaga de estas especies se ve como una nube negra que cubre el cielo de varias provincias del norte del país.

A principios de mayo que los trasandinos están batallando con estos insectos, cuya totalidad sería de 40 millones según las entidades correspondientes.

“Una manga de un kilómetro cuadrado puede comer lo mismo que 350 mil personas o unas 2000 vacas por día, afectando principalmente pasturas y pastizales”, alertó sobre las consecuencias el coordinador del programa nacional de Langostas de Argentina, Héctor Medina.

Se desplaza hacia otros países

Luego de afectar varias comunidades de Argentina, los vientos podrían desplazar a esta plaga hacia Uruguay y Brasil, que ya decretó emergencia en dos estados para contener el avance, el cual podría ser entre 100 y 150 kilómetros diarios.

A pesar de que las imágenes causan sorpresa o temor, el fenómeno de las langostas es muy frecuente en zoas campestres de algunos países de Sudamérica.

¿Podrá llegar a Chile?

Sin embargo, las condiciones climatológicas de Chile no permiten que este tipo de plaga se pueda desarrollar, según los expertos.

"Conozco Argentina bastante bien y recuerdo que año por medio había plagas de langostas en distintos lugares. En Chile no tenemos ese tipo de cosas, porque el clima tiene estaciones extremadamente marcadas", asegura el entomólogo Alfredo Ugarte.

Si bien las especies no representan ningún riesgo para los humanos, sí puede generar consecuencias perjudiciales para la agricultura.

"El daño en los cultivos puede ir desde leve a extremadamente severo. He visto potreros de porotos negros donde no ha quedado nada", agregó el especialista.

Los métodos para disminuir su población van desde químicos a barreras de fuego para evitar que sigan avanzando, pero una vez que llega a un lugar es poco lo que se puede hacer para mantenerlas bajo control.