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Joven víctima de trauma ocular: "No sé cómo será mi vida de ahora en adelante"

  • Por Meganoticias

¿Qué pasó?

Natalia es enfermera. El pasado 28 de octubre y mientras se trasladaba a La Moneda, lugar donde tendría lugar una concentración, fue impactada con una bomba lacrimógena en el lado derecho de su rostro.

Según su relato, Natalia no estaba lanzando piedras, tampoco estaba agrediendo a las fuerzas policiales que se encontraban dispersos en el centro de la ciudad. La joven caminaba por Alonso Ovalle con Nataniel Cox cuando la injusticia estalló su ojo derecho, haciendo que perdiera por completo la visión.

"El 28 de octubre había una marcha convocada en frente de La Moneda, me iba a juntar con un amigo para ir juntos pero al final no pudimos. Me fui sola al Metro y bajé en la estación Santa Ana porque los demás accesos estaban cerrados. Caminé y llegué hasta Alonso Ovalle con Nataniel Cox; habían muchas personas manifestando, pero pacíficamente", narró a Mucho Gusto la joven de 24 años de edad.

Lo que para ella era una justa asistencia a manifestar y a ejercer su libertad de expresión, se convirtió en una pesadilla. Natalia nunca pensó que por estar caminado, junto a otras personas, la haría entrar en la lista de las personas que han sufrido lesiones oculares graves, al punto de perder la visión.

"Mientras estábamos en el lugar nos dimos cuenta que, a lo lejos, venía el Guanaco y de inmediato comenzó a dispersar a la gente. La reacción de nosotros fue subir la manos para decir que no estábamos haciendo nada malo, pero el vehículo siguió avanzando. Luego, se bajaron un grupo de Carabineros con estas armas que lanzan bombas lacrimógenas. Al principio las lanzaron al aire, pero después las comenzaron a dispararnos directamente", continuó la enfermera.

Ante la agresión de las Fuerzas Especiales, Natalia comenzó a caminar para escapar para evitar los gases. Recuerda haber salido por una calle pequeña, "Tarapacá, creo". Vio a Carabineros escondidos mientras continuaba su marcha, seguidamente y, en otra acción voluntaria de voltear para saber dónde estaba fue impactada por una bomba lacrimógena en su ojo.

"No perdí la consciencia, pero quedé aturdida. Sentí que se me durmió la cara (...)", contó la joven, quien recibió los primeros auxilios por un técnico en enfermería que se encontraba en el lugar, hasta que fue trasladada a la Posta Central.

Parte de la estadísticas

La historia de Natalia es el reflejo de otras chilenas y chilenos que se han sido vulnerados durante las manifestaciones que se han desarrollado las últimas semanas en nuestro país.

De acuerdo a la Sociedad Chilena de Oftalmología, Sochiof, desde el 19 de octubre y hasta el 6 de noviembre, 144 personas presentan trauma ocular severo.

Al respecto, el presidente de de Sochiof Dennis Cortés precisó que hasta el momento la instancia ha observado un número alarmante de pacientes con el diagnóstico de trauma ocular severo.

"Más del 80% de estas 144 personas han presentado este traumatismo producto a la detonación de perdigones. Éstos pueden romper y atravesar capas de globo ocular, al igual que las bombas lacrimógenas", explicó el especialista a Mucho Gusto.

El doctor Cortés recalcó que no sólo los balines y las bombas lacrimógenas han generado este tipo de traumatismo, también otros elementos han causado que  cientos de ciudadanos hayan perdido su visión total o parcial.

Otra cifras manejadas hasta este 7 de noviembre por la Sochiof sostienen que:

  • El promedio de edad fue de 29,9 años, la mayoría hombres.
  • 32 pacientes presentaron traumatismo ocular con globo abierto (estallido ocular o herida penetrante ocular), siendo el principal mecanismo de acción herida por balines de goma.
  • 27 pacientes sufrieron pérdida total de la visión del ojo afectado.
  • El 60,4% presentó disminución severa de la visión.

Sólo queda incertidumbre

"Dentro de todo estoy bien, estoy estable, pero con la incertidumbre de qué va pasar con mi ojo", afirmó Natalia desde su hogar y acompañada de su madre, quien también mostró indignación con los sucedido.

"Estos días han sido terribles, te cambia la vida en un segundo y sólo los que somos padres entendemos en dolor que se siente cuando uno ve a un hijo afectado. Quiero emplazar al Presidente Piñera, a él y a todas las autoridades que mi hija teniendo una vida sana, normal, nadie a venido a pedirle disculpas. Necesito justicia para mi hija", manifestó la madre de Natalia.

Por lo pronto Natalia se encuentra cumpliendo licencia, con el desasociego de saber cómo será su vida después de este incidente. "No sé cómo voy a retomar mi trabajo, ni cuánto tiempo voy a tener licencia. No sé cómo será mi vida de ahora en adelante".

"Esto no puede quedar impune. Esto no es un montaje. Yo no vi nadie saqueando ni rompiendo cosas, y me pasó esto cuando sólo iba caminando", declaró.