¿Cuándo llegan las lluvias? Meteorólogo entrega su pronóstico para el otoño-invierno
Por Jaime Leyton, meteorólogo.
¿QUÉ ES LO HABITUAL EN EL TIEMPO Y EL CLIMA?
Con el conocimiento científico actual (corroborando el conocimiento ancestral y el conocimiento empírico o bien desmitificándolo), sabemos que la estación de invierno y sus meses cercanos, son los que aportan más lluvias a la zona central (Valparaíso a Maule) y las regiones cercanas de nuestro país, es decir, desde Coquimbo hasta Biobío y que denominaremos para esta nota: “la zona en cuestión”.
Es por la época del año que se producen estas precipitaciones y que aportan estadísticamente el 70 % de las precipitaciones en los meses de invierno, es decir, junio, julio y agosto. Lo que se conoce como la "estacionalidad" o el factor estacional. Si consideramos el aporte de los otros dos meses adjuntos al invierno, es decir, mayo y septiembre, este porcentaje de precipitaciones, en este período de cinco meses (mayo hasta septiembre), aporta el 80% del total anual en la zona en cuestión.
¿QUÉ HACE CAMBIAR EL CLIMA EN OTOÑO-INVIERNO?
Existen 3 factores, hasta ahora conocidos; que hacen que este comportamiento normal, asociado a la estacionalidad tenga variaciones, alteraciones o cambios. En este caso nos referiremos a cómo se alteran las precipitaciones, principalmente, y, en algunos casos, a las temperaturas.
Uno de estos factores, es el de fenómeno de interacción océano-atmósfera, denominado Fenómeno El Niño, si las aguas oceánicas ecuatoriales del Océano Pacífico son más cálidas de lo habitual; o bien, La Niña, si estas aguas son más frías. Cuando se presenta El Niño, las precipitaciones suelen ser más abundantes en la zona en cuestión.
Por otra parte, cuando se presenta La Niña, ocurre lo contrario y las precipitaciones en la zona en cuestión, suelen ser más escasas. Cuanto más cálidas (frías) sean las aguas oceánicas ecuatoriales, cuanto mayor será la probabilidad de que aumenten (disminuyan) las precipitaciones en la zona en cuestión.
Durante este otoño hemos estado en neutralidad, es decir, no ha estado presente El Niño y tampoco La Niña y las predicciones de este factor, indican que seguiremos en neutralidad, por lo que este factor no contribuye a determinar cuál podría ser el comportamiento de lo que resta del otoño y menos cómo podría ser el comienzo del invierno. En períodos de La Niña las mañanas suelen ser más frías; contrariamente, en períodos El Niño, más cálidas.
Un segundo factor que altera las precipitaciones es lo que se conoce como la Oscilación de Madden-Julian (OMJ), en honor a quienes caracterizaron este fenómeno. Esta "oscilación" da cuenta de variaciones, en el lapso de 30 a 60 días, de diversos comportamientos de la atmósfera, alterando la presencia e intensidad de las precipitaciones en las zonas tropicales, pero que a su vez impacta en zonas cercanas a esta franja en torno a los trópicos, lo que, en el caso de Chile, corresponde a la zona norte y la zona central de nuestro país.
Entre los días 4 y 14 de abril y entre los días 3 y 15 de mayo hubo señales de Madden-Julian, y fue favorable a las precipitaciones en la zona central del país, pero las altas presiones desde San Fernando al norte, impidieron que las precipitaciones se prolongaran hasta la Región Metropolitana.
Finalmente, un tercer factor, es el Cambio Climático. Este proceso es gravitante, ya que fortalece la zona de altas presiones que controlan prácticamente todo el año, el tiempo y el clima en la zona norte; una gran parte del año, en la zona central; en menor medida, en la zona Sur; y, a veces, el tiempo en la zona sur-austral.
La manifestación de los últimos fenómenos El Niño en nuestro país, no se han presentado con un notorio aumento de las precipitaciones, ya que la intensificación de esta zona de altas presiones, han enmascarado y debilitado la manifestación de precipitaciones abundantes en la zona en cuestión. Por este factor se ha registrado una disminución de las heladas en períodos invernales y un aumento de la cantidad, frecuencia e intensidad de las de calor en verano.
En consideración al estado actual de los factores mencionados: neutralidad, baja señal de Madden-Julian y que recién estemos en mitad del otoño, es justificable que se registre un déficit promedio de 94% de precipitaciones entre la Región de Coquimbo y la Región Metropolitana.
PRONÓSTICO OTOÑO-INVIERNO
¿Entonces qué podemos esperar para el resto del otoño y la primera parte del invierno?
Las predicciones climáticas ejecutadas a comienzos de mayo y que consideran el comportamiento atmosférico de abril, acerca de la temperatura superficial del pacífico ecuatorial presentan mayor incertidumbre que las ejecutadas en abril. Por ello se impensable hacer predicciones que no sean estadísticas (números que enmascaran los procesos…)
TIEMPO.. AL TIEMPO
Por lo tanto, para los próximos meses, solo se puede esperar que la estacionalidad se manifieste, es decir, que se acerque o definitivamente llegue el invierno y por condiciones propias de la estación, que suelen presentar más bajas presiones que en el resto de las estaciones del año, pudieran ingresar sistemas meteorológicos más activos, que puedan hacer llegar las tan anheladas precipitaciones. O bien, por otra parte, Madden-Julian sincronice con la estacionalidad y se manifieste más claramente con precipitaciones en algún evento particular.
Esto significa que habrá que darle tiempo… al tiempo.