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El terrible final que tuvo el Acta de la Independencia de Chile

  • Por Meganoticias

En 2010 Chile celebró oficialmente su Bicentenario, en referencia a la Primera Junta Nacional de Gobierno, organismo afín al rey Fernando VII, y que se llevó a cabo el 18 de septiembre de 1810.

La conmemoración generó controversia hace ocho años y este lunes 12 de febrero el debate toma fuerza al cumplirse 200 años de la proclamación del Acta de Independencia de Chile.

Mientras el debate continúa, la historia nos narra un hecho terrible para la República: la destrucción de un símbolo nacional que fue borrado y olvidado.

Nos referimos al Acta de la Independencia de Chile, documento que fue redactado, aprobado y proclamado en un acto en la Plaza de Armas de Santiago, el 12 de febrero de 1818.

El documento que declaraba el nacimiento de nuestro país permaneció intacto por años en La Moneda. Pero eso eso cambió el 11 de septiembre de 1973, tras el Golpe de Estado de Augusto Pinochet. 

Así lo confirma la Biblioteca Nacional de Chile en su página web y que cuenta con más detalle Jorge Baradit en su libro Historia Secreta de Chile II.

La Moneda ardiendo en llamas y en momento que estaban a punto de ingresar los militares al Palacio, el presidente Salvador Allende le pide a su amigo Eduardo Paredes que desmontara el acta de independencia, guardado en un cuadro.

"...había que salvar el precioso documento como último gesto. Ordenó que le fuese encargado a Miria Contreras, la «Payita», su pareja y amante por años, la única mujer que se quedó con él hasta el final. La instrucción fue entregársela a los militares. El ambiente era de funeral, era la República la que se estaba quemando. La mujer la guardó en la chaqueta de Augusto Olivares, que con sus bolsillos siempre llenos de llaves, papeles, monedas y libretas, sería un buen recuerdo para su viuda".

Posterior a ello, ocurre la muerte de Allende en el salón Independencia. «Payita» salía de La Moneda entre empujones y amenazas de fusiles de parte de los militares.

"—¡Revisen a la mujer!
El soldado le arrancó la chaqueta de los hombros y comenzó a botar su contenido. En el proceso encontró algo extraño. Miró a la Payita mientras lo extraía. Era un pergamino antiguo. No sabía de qué se trataba. Miria Contreras abrió los ojos y la boca, pero el soldado tomó el documento con ambas manos y lo rompió por la mitad.
—¡No, soldado, no!
Juan Seoane, inspector de Investigaciones, recuerda haberla oído gritar:
—¡Es el acta de independencia, no la rompa!
Pero el militar ya la había destrozado, arrojado al pavimento y a ella la empujó contra la pared."

Baradit, en su libro, concluyó: "Alguien, sin saber lo que estaba haciendo, lo arrumbó después junto a otros pedazos de tela, casquillos de bala y restos de muro. Nuestro pergamino de nacimiento terminó en un tambor, barrido como basura, llevado con destino desconocido, perdido para siempre".