Tras agresión a mujer, refugiados sirios acusan inseguridad y buscan salir de Chile
El jueves 12 de octubre aterrizaron en Chile 14 familias de refugiados sirios. 66 personas en total, que fueron acogidas por el Gobierno con el objetivo de que iniciaran una nueva vida en territorio nacional y se instalaron en las comunas de Macul y Villa Alemana.
A 43 días de eso, integrantes de cinco de las familias se encuentran protestando afuera de la sede de la ONU en Santiago. Según consignó El Mercurio, algunos de ellos exigen salir del país y acusan sentirse inseguros.
Esto, luego de que el fin de semana pasado una de las mujeres, que se encontraba embarazada de cinco meses, sufrió un ataque en la calle: En Macul, un hombre intentó quitarle su velo islámico. Y aunque no se ha establecido aún una relación entre los hechos, tras la agresión, la mujer perdió a su hijo.
La Subsecretaría del Interior ya interpuso una denuncia por los hechos.
En una reunión que se llevó a cabo entre la Vicaría Pastoral Social Caritas del Arzobispado de Santiago, la Municipalidad de Macul, el Ministerio del Interior, el alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y representantes de 13 de las 14 familias, manifestaron su voluntad de salir del país.
"Ni el Estado de Chile ni el programa de reasentamiento son responsables de cubrir los gastos que se produzcan en caso de que yo quisiera retornar a mi país o dejar Chile", señala el documento que tuvieron que firmar antes de llegar y que Interior les recordó tras su petición.
Fue tras esa conversación que comenzaron las protestas el martes pasado.
La jefa nacional de ACNUR en Chile, Delfina Lawson, señaló que "si ellos se quieren ir, nadie los va a retener ni están imposibilitados de salir (...) pero por sus propios medios".
