Insólito error: Viajaron 14 horas de Europa a Sudamérica para ir a un matrimonio, pero no estaban invitados
- Por Vicente Guzmán
¿Qué pasó?
Una vergonzosa situación fue la que vivió una pareja alemana que tenía todo listo asistir a un matrimonio a 14 horas de distancia, pero el problema es que a pocos días del viaje se enteraron de que no habían sido invitados.
Es la historia de Yasemin Sarli, de 31 años, y su novio Davide, de 36, que compraron los pasajes y reservaron una habitación en un exclusivo resort de Argentina tres meses antes de la boda.
Un problema de traducción
Según contó la mujer a People, la confusión se originó por un "problema de traducción". Ella y Davide recibieron un mensaje de texto en el que se les informaba sobre la boda, pero no era una invitación formal, sin embargo, lo interpretaron como tal.
Ir a la siguiente nota"El novio siempre decía: 'Una boda pequeña con familiares y amigos cercanos', y mi pareja oía: 'Obviamente vienes'. Simplemente, se confió y lo reservó todo", explicó Yasemin.
Poco antes del viaje se dieron cuenta de que algo andaba mal, no tenían detalles de la boda y no se habían comunicado con los novios. La pareja se cuestionó: "Un momento... ¿de verdad estamos invitados?, pero como ya estaba todo reservado y pagado, no había vuelta atrás", afirmó la mujer.
Viajaron igualmente
Cuando confirmaron que no estaban en la lista de invitados ya era demasiado tarde para decirle a los novios o para cancelar el viaje, por lo que decidieron ir a Argentina igualmente, pero ocultando su presencia en el país.
"Tomamos una decisión mutua y silenciosa: convertiríamos esto en una escapada secreta y fingiríamos que todo estaba completamente normal", contó Sarli.
Viajaron 14 horas desde Frankfurt a Buenos Aires, en donde se alojaron por seis días. "Lo mantuvimos en secreto principalmente porque era un poco vergonzoso y no queríamos desviar la atención de su gran día. Básicamente, lo convertimos en una pequeña broma privada: 'Volamos por todo el mundo para una boda en la que, técnicamente, ni siquiera participamos'".
El problema es que se alojaron en el mismo hotel que la gran mayoría de los invitados a la boda, por lo que "seguimos sus horarios como si fuera una misión. Si descubríamos que el grupo de la boda estaba en la piscina, nos quedábamos en nuestra habitación. Cenábamos muy temprano o muy tarde. Hasta nos vestíamos de forma extraña para que nunca pensaran que podríamos ser nosotros", sinceró.
A pesar de haber compartido una experiencia digna de una comedia romántica, la pareja terminó su relación poco después del viaje. Lo curioso es que ahora Davide está por casarse nuevamente, y esta vez Sarli sí está invitada oficialmente a la boda.
Leer más de
Notas relacionadas