Un accidente cósmico: La nueva forma en la que podría terminar el mundo, según la ciencia
- Por Diego Alonzo
Hace siglos que la humanidad se viene preguntando cómo va a terminar el mundo. El episodio más reciente fue en 2012, cuando se interpretó que el término del calendario maya podría marcar el fin de la humanidad, lo que fue desmentido después por organismos como la NASA.
Desde entonces, una serie de otras preguntas se han hecho presentes: ¿qué ocurriría si el Sol se apagara?, o ¿qué pasaría si un enorme meteorito amenazara con devastar la humanidad?, lo que ha hecho pensar sobre las causas más probables del fin de la Tierra en los tiempos de hoy.
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Subsidio DS27 para mejorar la vivienda: Estos son los requisitos de postulaciónUna nueva teoría, según la ciencia
A lo anterior, la ciencia se encargó de agregar una nueva eventual causa. Se trata de la teoría de un accidente cósmico, la que fue abordada por dos astrónomos, Kate Kaib y Sean Raymond, quienes estudiaron que las estrellas podrían cumplir un papel fundamental.
En un artículo publicado en la revista Icarus, ambos profesionales señalaron que hay una probabilidad de que las estrellas desestabilicen el sistema solar, terminando con la vida en la Tierra.
Lo anterior sería posible en caso de que una estrella se acercara demasiado al Sol y desordenara las órbitas de los planetas, incluida la de la Tierra. En específico, la gravedad de la estrella empezaría a "tirar" a los astros, moviéndolos de su posición y haciéndolos "chocar" entre ellos, posiblemente.
"Se puede empezar a desestabilizar el sistema"
Kaib, uno de los investigadores, manifestó que "una vez que la distancia entre la Tierra y el Sol sea un par de cientos de veces mayor, se puede empezar a desestabilizar realmente el sistema".
Para comprobar esta teoría, los dos astrónomos echaron a andar miles de simulaciones, dándose cuenta de que un porcentaje menor de los casos desencadenaría lo peor en el sistema solar.
De hecho, entre los planetas más afectados por este accidente cósmico estarían Mercurio, que podría llegar a impactar con Venus o incluso directamente con el Sol, haciendo peligrar la Tierra.
Considerando todo lo anterior, para que ocurra un evento de esta magnitud tendrían que transcurrir millones de años, lo que quiere decir que nuestro planeta, por ahora, está a salvo.
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