En pleno estado de excepción decretado por la violencia: cuatro policías son secuestrados en Ecuador
- Por Catalina Maldonado | AFP
¿Qué pasó?
Al menos cuatro policías fueron secuestrados en Ecuador en medio del estado de excepción decretado este lunes por el presidente Daniel Noboa, tras la fuga del jefe de la principal banda narco que estaba recluido en una cárcel de Guayaquil.
Mediante su cuenta oficial de X, la policía indicó que en la costera ciudad de Machala "se produjo el secuestro de tres servidores policiales, quienes se encontraban de turno en el lugar".
En la misma línea, la institución detalló que en Quito tres individuos que manejaban un "vehículo polarizado y sin placas" se llevaron a otro uniformado.
Los secuestros se dieron luego de que Noboa declarara un estado de excepción por 60 días en todo el país, medida que también aplicará dentro del sistema penitenciario, donde funcionarios también han sido retenidos contra su voluntad.
Además, el estado de excepción incluye un toque de queda de seis horas que empezó a las 23:00 horas, el que se extenderá hasta las 05:00 horas (local).
¿Qué dijo el presidente de Ecuador, Daniel Noboa?
El mandatario señaló que la medida permitirá a las Fuerzas Armadas intervenir en el control de las cárceles, donde se reportó la retención de guías penitenciarios, sin que el organismo que administra las prisiones (SNAI) haya precisado el número de retenidos o si fueron liberados.
"Nosotros no vamos a negociar con terroristas ni descansaremos hasta devolverles la paz a los ecuatorianos", expresó Noboa en un video difundido en su cuenta de Instagram.
El presidente, que no mencionó la fuga del jefe de la banda de Los Choneros, atribuyó la situación de las cárceles a las acciones de su gobierno para "recuperar el control" de los centros.
Noboa anunció la semana pasada que construirá dos prisiones de máxima seguridad -al estilo de la que edificó el mandatario salvadoreño Nayib Bukele en su guerra contra las pandillas- en las provincias de Pastaza (este) y Santa Elena (suroeste), para aislar a los reclusos más peligrosos.
