Compró un mueble usado, encontró un millonario "tesoro" en su interior y lo devolvió a sus antiguos dueños
Thomas Heller jamás pensó lo que le significaría comprar un mueble usado para su hogar en Alemania. Consciente de que son más baratos que los ofertados por las principales tiendas comerciales, el hombre comenzó a buscar uno que se acomodara al estilo de su hogar.
Fue así cómo llegó a un aviso del mueble perfecto para él, considerando que su tamaño se ajustaba al espacio que tenía disponible. Se trataba de un modelo enchapado en roble que cumplía todas sus expectativas.
Antes de efectuar la compra, conversó con el vendedor para regatear y logró bajar el valor de 300 euros (casi 275 mil pesos chilenos) a 240 euros (cerca de $220 mil). Se hizo con la nueva adquisición, sin saber el descubrimiento que protagonizaría.
El tesoro que ocultaba el mueble
Emocionado por su compra, lo instaló en el pasillo de su casa para limpiarlo y proceder a guardar sus cosas. Todo iba perfecto, hasta que en un minuto descubre un secreto espacio que tenía el mueble y en donde estaban guardados dos sobres.
El que estaba abierto lo dejó sin palabras: "Había muchos billetes de 100 euros que me miraban", explicó el afortunado, quien contabilizó el dinero y llegó a la cifra de 150 mil euros (más de $137 millones).
En vez de quedarse con el millonario monto, Thomas reflexionó sobre qué debía hacer con él. Entonces, decidió acercarse a una estación de policía con su hallazgo para entregárselo a sus respectivos dueños.
Sin embargo, antes procedió a abrir un segundo armario del mueble que estaba con llave. El descubrimiento fue mucho más cuantioso: "Había billetes más grandes en los sobres", aseguró Heller.
La emotiva historia detrás del dinero
Junto a la policía, el hombre inició una investigación para dar con los dueños del dinero, así que contactó al usuario que le vendió el modular. Tras realizar las indagaciones, se llegó a la conclusión de que una mujer de 91 años era la dueña del mueble, la que había sido llevada a un hogar de ancianos después de la muerte de su marido.
Sus familiares habían decidido vender sus cosas para vaciar la casa y la persona que vendió el mueble a Thomas era el nieto de la adulta mayor. Él reveló que no sabía de la existencia de aquel dinero de su abuela.
Por lo tanto, Heller entregó los miles de euros que encontró, lo que fue premiado económicamente por la familia de la mujer. Además de quedarse con el mueble, recibió una recompensa por su buena acción: se quedó con el 3% del monto, lo que equivale a más de 4 mil euros (cerca de $3,7 millones).
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