Robó la identidad de su hija para estafar una universidad y recibir los beneficios estudiantiles
Como si fuera una universitaria más, una madre de 48 años suplantó la identidad de su hija divorciada para matricularse en la universidad y recibir beneficios estudiantiles. Su falso relato lo mantuvo por años, periodo en que también engañó a otras familias que confiaron en ella.
La protagonista de la historia es Laura Oglesby, quien ahora arriesga cinco años de cárcel sin libertad condicional tras declararse culpable por el delito de proporcionar información falsa intencionalmente a la Administración del Seguro Social de Estados Unidos y a los vecinos de Mountain View.
¿Cómo iniciaron sus mentiras?
Todo partió en 2016, cuando la mujer obtuvo la tarjeta del Seguro Social a nombre de su hija, Lauren Hays. En ese entonces tenía 43 años, lo que no fue impedimento para asumir el nombre de su primogénita y rebajar su edad a solo 22 años.
Jugando a favor con los filtros que ofrecen las aplicaciones de redes sociales, Oglesby publicaba distintas fotografías en las que se veía más joven, las que también servían para convencer a sus compañeros de universidad.
"Había adoptado por completo un estilo de vida más joven: ropa, maquillaje y personalidad. Había asumido completamente que se convertiría en una persona adolescente", detalló el detective Stetson Schwien.
Su plan parecía convincente, pues incluso consiguió novios que nunca pensaron que la mujer los duplicaba en su edad: "Todos lo creyeron. Tenía parejas que suponían que tenía 22 años", comentó Jamie Perkins, jefe del Departamento de Policía de Mountain View.
Estafadora y supuesta víctima de violencia doméstica
Durante los años en que fingió ser universitaria recibió diferentes beneficios monetarios por su condición de estudiante. Solo por mencionar algunos ejemplos, obtuvo 9.400 dólares (cerca de $8 millones chilenos) en préstamos federales y 5.920 dólares ($5 millones chilenos) en becas.
Otro de sus grandes engaños lo sufrió una familia de la ciudad. Laura les manifestó que era víctima de violencia doméstica y que estaba huyendo para no revivir esa situación. El matrimonio la acogió gratis en su hogar, desligándola de todo pago de alquiler durante dos años.
Atrapada en un semáforo
Con el paso de los años, sus mentiras se derrumbaron. Fue a mediados de 2018 cuando las autoridades pusieron foco en su caso, dado que habían recibido la denuncia de que "la señora Oglesby robó la identidad de la señorita Hays", con el objetivo de cometer fraude financiero y malversar más de 25.000 dólares ($21,2 millones chilenos).
Mientras transitaba por las calles de Mountain View, la mujer fue detenida mientras esperaba el "verde" del semáforo. Al principio negó la acusaciones, pero tras quebrarse emocionalmente admitió su responsabilidad en el fraude.
Además de los cincos años de prisión, Laura Oglesby también está obligada a devolver $17.521 en total (una suma superior a los $14 millones chilenos) a la universidad en la que estaba matriculada y su hija, por los daños ocasionados.
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