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Sana, sin enfermedades de base ni síntomas comunes y el coronavirus casi la mata

  • Por Meganoticias

Los síntomas comunes de coronavirus -reconocidos a nivel mundial- son fiebre, tos seca y dificultades para respirar. Sin embargo, esta mujer presentó síntomas completamente diferentes, por lo que en reiteradas oportunidades hizo dudar a los médicos que la trataron en un hospital de Reino Unido.

Se trata de Rebecca Wrixon, una mujer saludable de 44 años de edad, con hijos pequeños. Su miedo a contagiarse de Covid-19 era bajo, ya que trabajaba como niñera para una pareja de médicos, por lo que jamás imaginó que sus malestares tenían que ver con el virus.

El comienzo de los síntomas

Un día de abril, Rebecca se despertó con un brazo adormecido. Esto le impedía hacer cosas cotidianas como prender la televisión o sujetar algo pesado, pero lo que más la sorprendió fue que tampoco podía sentir una de sus piernas.

Según reveló en una entrevista para CBS News, al tener estos síntomas, su esposo pensó que se trataría de un derrame cerebral, por lo que de inmediato la llevaron en ambulancia a un centro médico, donde luego de estudios descartaron que se tratara de un accidente cerebrovascular.

Durante su estadía en el hospital, Rebecca fue atendida por el neurólogo Ashwin Pinto, quien comentó al medio británico que cuando la mujer llegó, tenía todos los indicios de que sería un derrame e, incluso, luego tenía dificultades para hablar.

Cuando la salud de la británica comenzó a empeorar con los días, le hicieron una prueba PCR de Covid-19, como parte del protocolo médico que se tiene durante la pandemia, pero nadie se esperaba que saliera positivo.

Inflamación de su cerebro

Aunque Rebecca tenía Covid-19, no existía ningún indicio de que el virus estuviera afectando directamente su sistema nervioso central. Ante este panorama, realizaron más exámenes, entre ellos una tomografía por resonancia magnética, que mostró que la mitad de su cerebro presentaba inflamación severa.

Para ese momento, ya la británica no podía mover la mitad de su cuerpo, ni comunicarse y menos, ver con claridad. El estado empeoraba cada día que pasaba.

A pesar de los estudios, pruebas y exámenes, los médicos no entendían lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, tenían claro que si la situación seguía empeorando, la vida de Rebecca corría peligro.

Luego de estudiar y ver casos que podrían ser similares al de esta mujer, los médicos dieron con un caso sobre una paciente en Detroit, que reaccionó al Covid con la inflamación de su cerebro, muy parecido a lo que estaba ocurriendo con Rebecca.

Fue entonces cuando comenzaron a probar un nuevo tratamiento, dedicado exclusivamente a mantener sano su órgano principal. Una vez que Rebecca dio negativo al Covid, comenzaron a darle altas dosis de esteroides, transfusiones de plasma, y fármacos para sanar el daño que provocó el virus en su sistema nervioso central.

De este modo lograron detener la agresiva respuesta de su organismo y aliviar la inflamación que tenía.

A pesar de que Rebecca logró salir de ese transe y ser dada de alta con éxito, los dolores no se han detenido a pesar de que han pasado tres meses desde que salió del hospital. Al parecer, siente entumecimiento en la mano y a veces le cuesta hablar.

Con respeto a las secuelas que le dejó la enfermedad, Rebecca no está segura de cuándo podrá mejorarse del todo y llevar la vida que tenían antes de verse afectada por la pandemia. Mientras tanto, sigue luchando por poder retomar labores que durante la enfermedad, no pudo hacer.

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