Cadena perpetua: Sujeto encerró durante 20 años a su hijastra y tuvieron nueve hijos
¿Qué pasó?
Una historia de terror fue la que vivió Rosalynn Michelle McGinis, quien permaneció en cautiverio por cerca de dos décadas a manos de Henri Michelle Piette, su padrastro.
La macabra experiencia en Oklahoma llegó a su final, luego que las autoridades estadounidenses hayan condenado a cadena perpetua al hombre por los abusos físicos y emocionales que perpetró contra la mujer de ahora 34 años.
El sujeto enfrentaba cargos estatales de violación en primer grado de una víctima menor de 14 años, abuso infantil por lesiones y dos cargos de abuso sexual lascivo.
"La cadena perpetua es una sentencia que la ley reserva para los delincuentes más peligrosos: delincuentes como Henri Michelle Piette", dijo el fiscal federal Brian J. Kuester a medios estadounidenses.
“Durante 20 años infligió abuso físico y emocional extremo a la víctima y sus hijos", añadió.
Una tragedia
En 1997, Henri Michelle Piette secuestró a McGinnis al salir de su escuela en Oklahoma en represalia contra su madre, con quien el sujeto tenía una relación en ese momento.
La llevó a México, donde McGinnis dijo que la obligó a "casarse" con él. La pareja tuvo nueve hijos y vivieron juntos en una tienda sucia, sin ser detectados por las autoridades estadounidenses durante años.
Durante su tiempo en cautiverio, Piette obligó a McGinnis a tomar medidas para ocultar su identidad, incluido el uso de varios alias, teñirse el cabello y hacer que usara anteojos, dijeron los fiscales.
En noviembre del año pasado, McGinnis, de 34 años, explicó en audiencias el horror de su cautiverio, recordando cómo se hizo amiga de una pareja en un supermercado en México antes de su fuga.
McGinnis logró escapar de Piette en el 2016 desde México, donde vivían, y fue a la embajada de los EE.UU., donde consiguió pasaportes para ella y los niños para que pudieran ingresar a ese país.
La mujer explicó en noviembre que "cualquier tipo de abuso que se te ocurra, me lo hizo a mí".
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