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Ella es Michiko: La emperatriz que sufre por la renuncia al trono de Japón

  • Por Meganoticias

Con 85 años de edad, la emperatriz japonesa Michiko enfrenta diversas dolencias de salud, entre ellas un recién extirpado cáncer de mama que la mantiene en reposo. “También tengo síntomas causados al parecer por la vejez, como no poder encontrar algo que estoy buscando”, ha declarado.

Aunque lleva con mucha entereza su edad, Michiko también ha padecido una infección respiratoria, una hemorragia en el intestino que fue atendida rápidamente y una lesión ocular. Pero la Casa Imperial japonesa le ha dado un matiz muy honesto al origen de sus últimas afecciones de salud: su actual estado se debe al estrés.

Como se recordará, Michiko es la esposa del emperador Akihito (de 86 años), quien renunció al llamado “Trono del Crisantemo” en abril del año pasado para legar la alta investidura en su primogénito, el príncipe Naruhito. Desde entonces, el cambio de rutina le ha provocado un deterioro físico y síntomas como pérdida de peso y vómitos.

La Casa Imperial ha informado que la emperatriz fue diagnosticada con fatiga psicológica. Desde los años 60 se han reportado fallas de salud por motivos de estrés nervioso, lo que se mantiene como una curiosa constante, pues Masako, esposa de su hijo Naruhito, también posee una salud muy influenciada por la presión de su cargo.

La cronología de su paso por la Casa Imperial no ha dejado escapar la fragilidad de Michiko ante momentos de cambio, incluso es público de que ha perdido la voz por períodos de tiempo como consecuencia de ello. En este caso, la abdicación de su esposo ha significado una buena noticia para el pueblo japonés, por la renovación generacional del imperio, pero puertas adentro, el retiro le ha sumido en un estado de cansancio y angustia.

Michiko y Akihito fueron por sí mismos una pareja "rompedora". Cuando se conocieron, durante un partido de tenis, nadie creía que la joven hija de un millonario industrial podría pertenecer a la nobleza, pero el príncipe quedó conquistado por el carisma de quien consideraban ‘plebeya’.

Se casaron en 1959 y en ese momento ella debió asumir el rigor y la ritualidad de una vida en el Palacio Japonés, con tradiciones, protocolos y agendas conservadas desde hace 2.600 años. Aunque los emperadores no estaban muy convencidos, el joven Akihito privilegió el amor y la confianza en Michiko sobre todas las críticas.

Como resultado, la pareja ganó gran popularidad y dio un aire renovador que no perdió la esencia del antiguo trono.

La Emperatriz Michiko nació el 20 de Octubre de 1934 en el seno de una familia católica adinerada. Su padre fue presidente honorario de una empresa dedicada a la producción de harina. Tras llegar a la familia imperial, vivió momentos de mucha tensión, sobretodo porque su suegra le imponía pruebas de estricto cumplimiento sobre el protocolo a seguir dentro y fuera de palacio.

A la muerte del emperador Hirohito el 7 de enero de 1989, Akihito asumió el trono y ella se convirtió en emperatriz consorte. Desde 1990, ambos llevaban adelante toda la maquinaria protocolar en esta cultura nipona.

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