Sobrevivientes de la tragedia del Chapecoense recordaron el momento en que casi pierden la vida con escalofriantes relatos
El 28 de noviembre de 2016 es una fecha negra que jamás podrá ser borrada en la historia del fútbol mundial, especialmente por los hinchas del Chapecoense, quienes vieron como la mayoría del plantel perdió la vida en un accidente aéreo que dejó 71 muertos en Colombia.

Aquel día, tres jugadores del cuadro brasileño sobrevivieron de manera providencial y hoy a nueve meses de la tragedia, revelaron los escalofriantes momentos que enfrentaron en Medellín.
"Yo soñé que iba a suceder e incluso se lo dije a mi esposa antes del vuelo. Cuando todavía estaba en mi casa, me desperté del sueño y le dije: 'Soñé que el avión se estrellaba y que sobrevivía con mis amigos", señaló el defensa Helio Neto en entrevista con ESPN.
El arquero Jackson Follmann fue el más afectado de los tres, ya que una de sus piernas le fue amputada producto de las heridas provocadas por el impacto del avión.

El meta recordó al citado medio que "era un vuelo tranquilo hasta que el motor del avión se apagó. Todas las luces se apagaron y hubo un silencio. De repente, todos se sentaron, nadie sabía lo que estaba pasando".
"Recuerdo que mucha gente empezó a rezar en voz alta, minutos antes de caer, las personas que viajaban adelante del avión comenzaron a preguntar: '¿Qué está pasando?' Empezaron a gritar: '¡Alguien diga algo!. Y después creo que sucedió, porque no recuerdo nada más", agregó Follmann.
Tras el impacto, Helio Neto contó que cuando despertó "vi que los de la Cruz Roja ya se habían retirado y sólo quedaba la policía. Uno de ellos estaba mirando los cuerpos, las pertenencias, mirando toda la escena, hasta que escuchó a alguien gemir de dolor. Giró hacia su colega y dijo: 'Alguien sigue vivo, escuché un gemido'".
"Su compañero respondió: 'No puede ser, pasó mucho tiempo y los médicos ya se fueron'. Pero insistió: 'No, escuché a alguien'. Cuando hubo un poco de silencio, hice un gemido de dolor, sacó su celular y empezó a mirar. Tuvo que mover los destrozos que había sobre el piso, y cuando movieron todo, me encontraron", agregó.

Follmann por su parte recuerda que "me desperté ahí, entre los árboles. Abrí los ojos y escuché mucha gente sufriendo. Sus voces eran débiles. Estaban pidiendo ayuda. No sabía dónde estaba, no tenía noción de que se había estrellado el avión. No podía ver nada, estaba todo muy oscuro. Sólo podía escuchar. Lo más difícil fue escuchar a mis amigos pidiendo ayuda, y yo sin poder hacer nada".
Ya en el hospital de Medellín, Neto señaló que "me empecé a mirar. Mi nariz, todo mi cuerpo estaba cortado. Mis piernas, mi oreja estaba colgando de la piel. Esto no sucedió en el partido, algo estaba mal".
Por último, Alan Ruschel aseguró que "cada tanto intento recordar el momento pero no puedo, no me puedo acordar. Ni siquiera puedo recordar al contarle a mi padre lo que sucedió".