Logo Mega

Este aviso se cerrará en segundos

Pablo Quintanilla: De primera a quinta buscando el éxito

  • Por Meganoticias

Javier Yáñez, periodista AhoraNoticias.cl.

El 25 de diciembre del 2014, el ambiente tuerca en Chile se paralizaba. Francisco "Chaleco" López, a días de que se iniciara una nueva edición del Dakar, anunciaba su retiro de las motos. "El Dakar en motos para mí se terminó", comentó López en esa oportunidad al diario El Mercurio.

Esas declaraciones sembraron un manto de dudas en el país. Es que el oriundo de Teno, dejaba un vacío que en el inicio del certamen nadie, por "cartel", parecía apto para llenar. Pero proveniente desde la Quinta Región, un porteño diría otra cosa. Y fue así como la competencia que recorrió Bolivia, Argentina y Chile, lo catapultó a la fama.

Hablamos de Pablo Quintanilla, joven oriundo de Valparaíso y que a sus 28 años consiguió adjudicarse el cuarto lugar de la categoría Moto Rally. El resultado lo puso en la órbita de los mejores pilotos y lo llevó a ser contratado por la empresa número 1 de Rally, KTM.

Pero el camino no fue fácil, y "Quintafondo" repasó junto a AhoraNoticias.cl, las distintas etapas que quemó antes de alcanzar el éxito.

De neutro a primera

El amor por las motos nació desde muy chico. A los 6 años Pablo, junto a su familia, se trasladó a San Felipe a ver una competencia y el flechazo fue inmediato. "Somos una familia numerosa, fuimos a ver unas carreras a San Felipe y mis hermanos mayores empezaron a presionar a mi papá para que nos regalara motos. Para esa navidad nos llegaron y empezamos a correr. Mi papá siempre fue muy apañador con el tema del deporte, nos puso un preparador físico, entrenador y comenzamos a recorrer Chile. Cuando pasó un año mostré que tenía condiciones y mi papá se entusiasmó y me mandó a Estados Unidos. Allá competía en carreras y después volvía", rememora el oriundo de Valparaíso.

Es que las medallas y trofeos, comenzaron a copar las paredes de la casa de los Quintanilla - Vásquez. Pablo no paraba de ganar y a los 11 años su familia decidió radicarlo en Estados Unidos, donde estuvo un año: "Corrí todo el campeonato amateur, tuve buenos resultados y de ahí no paré, fui campeón latino, trece veces campeón nacional de motocross, después uno latino y así fui creciendo en las motos".

Meto segunda

La monotonía comenzó a agobiar la cabeza de Pablo. Si bien su amor por el deporte jamás desapareció, las distintas pistas en el motocross lo fastidiaron un poco y sus ganas por seguir creciendo en el deporte fueron el impulso preciso para saltar al mundo del Rally.

"En motocross estaba un poco saturado de hacer siempre lo mismo. Siempre tuve el bichito del Rally y uno que me ayudó y me inspiró en ese tema fue Carlo de Gavardo. Conversaba mucho con él y entrenábamos cuando yo sólo tenía 13 años. Él me traspasaba su experiencia, me contaba su historia y eso me motivó a participar en esta especialidad", sostiene sobre esa época el ganador de la etapa Uyuni –Iquique en el Dakar 2015.

Pero inmediatamente, al comenzar a competir en la especialidad, el piloto sintió la diferencia: "Arriba de una moto es totalmente distinto. Es un deporte más peligroso. Me tuve que ver enfrentado al tema de la navegación, GPS. Partí en carreras nacionales y en Argentina para así aprender a recorrer los desiertos".

Pablo estaba decidido a triunfar, pero el futuro le tenía una prueba de fuego que complicó su gran objetivo

Cambio a tercera y caigo al suelo

El 2012 y 2013, fueron años duros para el porteño. Pablo Quintanilla en sus dos primeras temporadas en Rally sufrió lesiones graves que perfectamente lo pudieron alejar de manera definitiva de la actividad.

El debut en el Dakar el 2012 fue complejo. El chileno recorría la tercera etapa de aquella edición y sufrió un accidente. Tras caer en el desierto peruano, los pronósticos médicos no eran buenos: El deportista debía retirarse debido a un duro golpe en la espalda. Quedó fuera de las competencias por un buen tiempo. No para siempre.

Buscó la revancha al año siguiente y esta tampoco llegó. Quintanilla se juramentó conseguir un buen resultado, pero nuevamente el destino diría otra cosa. En la tercera jornada que se corría en Argentina, el chileno se fracturó la mano, dolencia que lo dejó fuera de competencia otra vez.

Su entorno se llenaba de dudas, pero él no perdía la confianza: "Siempre tuve la convicción de que lo lograría, me tuve que esforzar mucho. Mi carrera se caracterizó por levantarme después de las lesiones, jamás perdí las ganas de salir adelante. Cuando entré al rally y me sucedieron estos accidentes, no pensé en renunciar, aunque el problema en la espalda me tuvo muy complicado. Pero salí adelante y conseguí buenos resultados a finales de temporada".

Subo las revoluciones y pongo Cuarta

La temporada 2015 fue la mejor. Tras dos frustradas participaciones, Pablo Quintanilla demostró todo su talento en el Dakar, consiguiendo en primera instancia la etapa Uyuni –Iquique, y finalizando la competencia en el cuarto lugar de la categoría.

Ese resultado llamó la atención de KTM, desde donde decidieron patrocinarlo. "KTM es la marca más importante en el Rally. La marca que ha ganado más campeonatos y la que tiene más experiencia. Tengo apoyo directo desde la fábrica, con material, mecánicos y logística de las carreras, estar con un equipo de punta se siente y te facilita las cosas", comenta el piloto.

Los buenos resultados seguirían, ya que en Abu Dabhi alcanzó el podio tras realizar una gran carrera y, unas semanas después, se adjudicó el quinto lugar en Qatar. El próximo desafío es Argentina y Quintanilla sabe lo que quiere: “La categoría motos es la más competitiva, las fábricas siempre invierten más para quedarse con el trofeo. En Argentina voy a ir en búsqueda del podio, pero tampoco me presiono, hay que plantear una carrera inteligente pensando que competiré todo el año. Me falta mucho por aprender y crecer, no hay que tomarse las cosas como de vida o muerte. Soy muy joven y hay que avanzar”.

"Quintafondo"

La vida le sonríe a Pablo Quintanilla.  Su familia lo apoya, tiene un patrocinador y los buenos resultados que está consiguiendo lo ilusionan con obtener metas: "Tengo 28 años y Marc (Coma) ganó su primer Dakar a los 38, me quedan 10 años competitivos para poder lograr mis objetivos".

Pero en este dulce pasar, el porteño se detiene para realizar un llamado. "Falta apoyo por parte de las empresas privadas y por parte del Gobierno. No todo es fútbol, no solamente están los buenos deportistas en el fútbol. Hay otros que dejamos la vida entera en distintas disciplinas", dice con convicción.

En la misma línea agregó: "Los deportistas muchas veces tienen que dejar sus profesiones de lado, muchas veces no les alcanza para viajar, competir e incluso para vivir. Eso desmotiva, pero espero que con el tiempo la situación cambie".

"Pasa mucho que se ve el apoyo cuando el resultado está ahí. Somos un país que se sube al carro de la victoria. Muchas veces no se conoce el sacrificio, y todo lo que se tuvo que trabajar para llegar ahí. La gente no sabe donde compiten los deportistas, saben sólo cuando se obtienen buenos resultados. Falta más información y cobertura, espero que eso cambie, no todo es el fútbol", sentencia el piloto, antes de pisar fuerte el pedal en quinta y arrancar.