El "oro negro" que se cultiva en Chile: el secreto gourmet que conquista el mundo
- Por Meganoticias
En el corazón del sur de Chile, entre los campos húmedos del Maule y Ñuble, crece un tesoro gastronómico tan valioso como escaso. Se trata de la trufa negra, conocida también como el “oro negro” de la cocina. Este hongo subterráneo, que crece en las raíces de robles y encinas, ha logrado consolidarse como uno de los productos más exclusivos del país y un orgullo de exportación.
La trufa negra no es un ingrediente cualquiera. Su cultivo requiere paciencia, técnica y condiciones muy específicas de suelo y clima. Solo algunos territorios del mundo —como Francia, España e Italia— han logrado dominar este arte. Sin embargo, desde hace algunos años, Chile se ha sumado exitosamente a esa lista, convirtiéndose en un referente trufícola del hemisferio sur.
El proceso para obtenerlas es tan meticuloso como fascinante. Dado que crecen bajo tierra, su hallazgo depende del olfato agudo de perros especialmente entrenados, capaces de detectar el aroma característico del hongo a varios centímetros de profundidad. Una vez localizadas, las trufas son cuidadosamente extraídas y tratadas como pequeñas joyas naturales.
Su intenso aroma y sabor terroso la han convertido en una estrella de la alta gastronomía. En los mejores restaurantes del mundo, un solo gramo de trufa puede elevar cualquier plato. Por eso, su precio alcanza fácilmente los 700 dólares por kilo, ubicándola al nivel del caviar o el azafrán.
En Chile, cada año se producen cerca de 1.200 kilos, lo que ha permitido abrir un nicho de exportación con gran potencial. No obstante, el mercado local también comienza a apreciarla: chefs nacionales la incorporan cada vez más en pastas, carnes, risottos e incluso postres, demostrando que este “oro negro” tiene infinitas posibilidades.
Un alimento con beneficios para el cuerpo
Más allá del lujo culinario, la trufa negra esconde propiedades nutritivas notables. Diversos estudios han demostrado que contiene antioxidantes naturales, que ayudan a combatir el envejecimiento celular y favorecen la salud cardiovascular. Además, es baja en grasas y carbohidratos, por lo que puede incluirse en dietas equilibradas o hipocalóricas.
También se le atribuyen efectos positivos sobre la piel y la producción de colágeno, lo que ha despertado interés en la industria cosmética, donde comienzan a usarse extractos de trufa en productos de cuidado facial.
Un cultivo que impulsa la innovación agrícola
El desarrollo de la truficultura ha significado un nuevo horizonte para los productores chilenos. No sólo representa una alternativa rentable y sostenible, sino que además vincula la agricultura local con la gastronomía internacional. Aunque la pandemia afectó las exportaciones y redujo las ventas, el sector se mantiene optimista ante el creciente interés global por alimentos gourmet de origen controlado.
Hoy, la trufa negra chilena es sinónimo de paciencia, sofisticación y calidad, un símbolo de cómo la naturaleza puede ofrecer verdaderos tesoros si se le da el tiempo y el cuidado adecuados.