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¿Cómo preparar tu auto para el invierno? 4 consejos clave para conducir en días fríos

Con la llegada del invierno y el descenso de las temperaturas, preparar tu vehículo se vuelve fundamental para asegurar un viaje cómodo y seguro. Fenómenos como la lluvia, la niebla o el hielo pueden dificultar la conducción, por lo que adoptar medidas preventivas es clave para evitar contratiempos.

Ya sea para trayectos diarios o viajes largos, realizar una inspección básica del auto y mantener una conducción consciente puede marcar una gran diferencia. A continuación, te compartimos cuatro consejosde MG Motor para enfrentar las condiciones climáticas invernales al volante.

¿Cómo preparar tu auto para el invierno? 

Inspecciona tu auto antes de salir

Aunque parezca obvio, revisar el estado del vehículo es un paso esencial. En invierno, la lluvia y la humedad aumentan el riesgo de accidentes, especialmente si los neumáticos están desgastados o la presión es inadecuada.

Asimismo, es primordial revisar que todas las luces del auto luces funcionen correctamente, incluyendo frenos, focos delanteros y neblineros, sobre todo si se consiera la baja visibilidad en días de niebla o lluvia.

Revisa los sistemas de seguridad activa

La seguridad activa se refiere a los sistemas diseñados para prevenir accidentes. Algunos vehículos incluyen tecnologías como asistencia al cambio de carril (LDW), alerta de tráfico cruzado (RCTA), detección de punto ciego (BSD) y aviso de conducción posterior (LCA). Estos sistemas ayudan a mantener la estabilidad del vehículo, mejorar la visibilidad y prevenir colisiones en condiciones de baja adherencia o visibilidad.

LO ÚLTIMO

Conduce con precaución: distancia y velocidad

En pavimentos mojados o con hielo, el frenado puede tardar más. Por eso, se recomienda mantener una distancia mínima de 10 metros con el vehículo de adelante. Durante la lluvia, frenar de forma intermitente para generar fricción y ayudar a mantener los frenos secos.

Evita que el parabrisa se congele

Un truco simple, pero útil, es cubrir el parabrisas por la noche para evitar que se congele. Esto ahorra tiempo por la mañana y evita raspar el vidrio en condiciones peligrosas. 

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