¿Qué le puede ocurrir a mi mascota si se come una polilla?

Con la llegada de la primavera la proliferación de las polillas ha aumentado de manera considerable, tanto que muchas personas se han preguntado si se trata de una plaga o una invasión del insecto.

Además de la molestia que representa para muchas personas el hecho de encontrarse con varios de estos bichos merodeando en su hogar, más es la preocupación que tienen otros sobre qué pudiera ocurrir si sus mascotas se los comen.

El sitio Ok Diario sostiene que existen especies de estos insectos que se alimentan de flores, lo cual "incrementa el riesgo de intoxicación en perros cuando ellos se purgan por medio del consumo de plantaciones. Pero incluso al tratar de erradicar a esta plaga, podríamos generar daños letales en nuestros animales domésticos".

Además, las polillas pueden generar reacciones alérgicas en los animales y otro tipo de complicaciones de salud. 

Tomando en cuenta esta duda, Meganoticias.cl consultó con Katherine Nuñez, Veterinaria de Tiendapet.cl, quien explicó que podría pasar si tu perro o tu gato son amantes a cazar polillas y se comen unas cuantas de estas.

¿Son dañinas las polillas?

Las polillas no son dañinas, pero en la agricultura son consideradas plagas. No generan problemas y, además, son al igual que las abejas polinizadoras. Por efecto del calor y al estar emergiendo los adultos, es que estamos viendo muchas. 

¿Qué pasa si mi mascota se come las polillas?

Si el perro o gato come polillas, hay que considerar que hay algunas bastante grandes, se puede producir algún tipo de obstrucción, que les ocasiona una falta de apetito y náuseas.

Ante los vómitos y si se ahoga por comer las polillas, hay que ir de manera urgente al veterinario para recibir tratamiento médico que puede salvarle la vida.

¿Es cierto que el comerlas puede generarles vómitos, dolor abdominal y problemas en el sistema nervioso central? ¿Por qué?

Es verdad que el comer polillas puede generarles vómitos y obstrucción. El problema al sistema nervioso central, se produce sólo si se usa naftalina al controlar a las polillas, por lo que si el perro come una polilla que tenía naftalina, puede provocarles vómitos, problemas hepáticos, convulsiones y problemas al sistema nervioso central porque básicamente la naftalina es veneno.