Temblor de manos: Un padecimiento benigno que podría confundirse con parkinson

Presentar agitación en las manos y no identificar las causas puede ser síntoma de que se está sufriendo de un trastorno neurológico, conocido como "temblor esencial", una enfermedad de la que hasta ahora se conoce muy poco.

El síntoma más frecuente que presentan los pacientes es la inestabilidad al tratar de tomar algún objeto.

La doctora Eugenia Yépez Borja explicó, al diario El Universo de Ecuador, que este tipo de padecimiento generalmente es benigno y que tiene antecedentes familiares en algunos casos.

Sin embargo, la especialista también aconseja descartar a través de exámenes otras enfermedades más graves como el parkinson.

"Si el temblor es frecuente y genera preocupación, lo ideal es acudir a un neurólogo, porque el parkinson también tiene estas características", añadió.

Síntomas del temblor esencial

Normalmente los indicios se pueden notar con movimientos involuntarios en el antebrazo o en las manos. Aunque también puede afectar la cabeza, los brazos, los párpados u otros músculos y es muy raro que ocurra en las piernas o en los pies, según explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos en su portal en español Medline Plus.

El temblor esencial o idiopático involucra movimientos pequeños y rápidos que ocurren más de 4 a 12 veces por segundo. La persona puede tener dificultad para sostener o usar objetos pequeños como una cuchara o un lápiz.

Otros síntomas pueden ser cabeceo, sonido trémulo o de agitación en la voz, problemas para escribir, dibujar, beber de una taza o usar herramientas.

Un padecimiento hereditario

El portal especializado explica que no se ha podido identificar la causa de esta patología, que afecta a hombres y mujeres y es más común en personas mayores de 65 años.

Si la enfermedad se diagnostica en más de un miembro de la familia se considera heredado de padres a hijos, lo que sugiere que los genes cumplen una función importante en su causa, explica el instituto.

Los primeros síntomas aparecen en la madurez, generalmente, pero también se pueden ver en personas jóvenes.