El caso de la pareja adolescente que fue acosada durante meses con mensajes anónimos: Era la madre de ella

¿Qué pasó?

Lauryn Licari y Owen McKenny enfrentaron un situación aterradora en 2020 en Estados Unidos. Empezaron su relación a los 13 años y sus vidas se vieron profundamente afectadas durante varios meses debido a un ciberacoso severo que incluía mensajes sobre suicidio y sexualidad, hasta que finalmente identificaron a la responsable: era la madre de la adolescente.

Lauryn conoció a Owen en séptimo grado, cuando ella tenía apenas 12 años. Se volvieron muy cercanos gracias a sus intereses en común, especialmente en deportes. Sin embargo, el acoso constante que ambos sufrieron por parte de Kendra Licari, madre de Lauryn de 44 años, llevó a que su relación se rompiera años más tarde.

“Yo puedo darle lo que él quiere”

De acuerdo a Daily Mail, la situación se tornó aterradora cuando los estudiantes comenzaron a recibir mensajes que decían que Owen planeaba dejar a su novia y que estaba involucrado en una relación íntima con quien enviaba los mensajes anónimos.

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Hola Lauryn, Owen te dejará”, comenzaba el mensaje enviado por Kendra, continuando así: “Ya no le gustas desde hace tiempo. Es obvio que me desea. Se ríe, sonríe y acaricia mi cabello”. También decía: “Estamos listos para tener relaciones. Eres encantadora, pero yo puedo darle lo que él quiere, lo siento, pero no me siento mal”.

Este caso fue expuesto en el nuevo documental de Netflix, "Unknown Number: The High School Catfish". Ese mensaje marcó el inicio de dos años llenos de angustia para la pareja y sus familias. Y tras varios meses de rastrear al remitente, la situación se complicó para Lauryn cuando el FBI identificó a su madre como la autora de los mensajes acosadores.

Kendra estuvo acosando a su hija durante meses, diciéndole que “saltara de un puente”. Y con el tiempo los mensajes se volvieron aún más crueles. “Estaba profundamente confundida y no sabía quién era”, comentó Lauryn.

Acerca de los mensajes, la joven mencionó: “Los textos parecían tener la intención de que Owen y yo nos separáramos. Sabía que no era alguien que yo conociera, porque habría tenido su número guardado en mi celular”.

Lauryn intentó llamar al número para identificar a la persona, pero no logró obtener respuesta. Tampoco pudo bloquear el número, porque el remitente utilizaba un generador de números aleatorios.

El comienzo de la investigación

Amigos y familiares de Lauryn y Owen se unieron para intentar descubrir quién estaba detrás de los mensajes, y debido a los detalles que contenían, sospechaban que se trataba de alguien cercano a ellos. Los padres de Owen revisaban su teléfono todas las noches y leían los mensajes, que a veces llegaban a ser hasta 50 diarios.

El incidente llegó a tal punto que la policía estatal se involucró, incluyendo al sheriff Mike Main, quien solicitó el apoyo del FBI para localizar los mensajes que acosaban a la joven pareja. La investigación se extendió por varios meses, hasta dar con la madre de Lauryn, quien tiene conocimientos en tecnología.

Las autoridades obtuvieron una orden de registro y entrevistaron a Kendra, quien finalmente confesó ser la autora de los mensajes. “Fue un día muy triste en nuestro hogar. Un día confuso, lleno de interrogantes, de shock, en el que ni siquiera sabía cómo enfrentar el siguiente día. Resultó ser un día complicado, pero a la vez, marcó un cierre”, reconoció la mujer en el documental.

Sobre los mensajes que hacían alusión a la figura de su hija, Kendra mencionó: “Lauryn es consciente de que es delgada, es consciente de su tamaño, sabe que es pequeña, por lo tanto, es posible que yo haya utilizado algunas de sus inseguridades”.

De izquierda a derecha: Lauryn junto a Owen y Kendra Licari

Kendra fue liberada el año pasado

Tras conocer la verdad, Owen reconoció que la madre de Lauryn parecía haber sentido atracción por él: “Tenía la impresión de que ella se sentía atraída hacia mí. Era extremadamente amable. No era solo la madre de mi novia, había algo más. Hacía cosas por mí, ella misma me cortaba el filete; era bastante extraño”.

Por su parte, Lauryn optó por perdonarla y anhela en el futuro poder reconstruir la relación madre e hija con Kendra. “Sin una conexión con mi madre, realmente no me siento completa. La necesito en mi vida”, expresó con tristeza.

Kendra Licari se declaró culpable de dos delitos de agresión a un menor. Fue condenada a pasar entre 19 meses y cinco años en prisión, y fue liberada en agosto del año pasado.

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